MADRID 13 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un área concreta del lóbulo temporal del hemisferio derecho del cerebro se pone en funcionamiento cuando las personas realizamos procesos creativos o de resolución de problemas de manera intuitiva. Así lo indica un nuevo estudio, desarrollado por científicos de las Universidades de Northwestern y Drexel (ambas en EE.UU.) que ahora se publica en la edición online de Public Library of Science, PLoS Biology.
Los investigadores desafían la creencia de que la resolución de problemas sea un proceso lógico o de una combinación adecuada de información externa y muestran que existen unos mecanismos internos, intuitivos, que contribuyen fundamentalmente a este tipo de desarrollos creativos del pensamiento.
Los investigadores ilustran su estudio con ejemplos de descubrimientos populares como el que pudo llevar a Isaac Newton a descubrir la ley de la gravedad al ver caer una manzana, o leyendas como la que explica lo que indujo a Arquímedes a pronunciar la expresión '¡Eureka!', cuando consiguió determinar si la corona del rey era o no era de oro puro, o cuando descubrió que el desplazamiento del agua se podría emplear para calcular la densidad.
"Como se supone que le ocurrió a Arquímedes, antes de resolver problemas con interiorización (o atención a la voz intuitiva) las personas a menudo nos quedamos en un impasse que no nos permite progresar", afirman los autores del estudio.
"Necesitamos reinterpretar el problema e integrar la información de una forma nueva. A menudo la mente hace esto de forma inconsciente y es así como, de pronto, la solución aparece en la conciencia. Para el 'resolvedor', la solución parece haber venido de una leve brisa, pero aún así es también obviamente correcta", agregan.
Para llegar a estas conclusiones, los autores del trabajo sometieron a varias personas a exámenes de resonancia magnética cerebral mientras éstas resolvían intuitivamente juegos de palabras o conclusiones en las que puede intervenir la lógica, la intuición o ambas cosas. Se vio que, en los procesos de pensamiento creativo o de interiorización intuitiva, se daba un notable aumento de actividad en una pequeña parte del lóbulo temporal del hemisferio derecho, el llamado girus temporal superior, mientras que en los procesos de pensamiento lógico o de información externa, este área se mantenía casi en calma. El efecto del pensamiento no intuitivo, o externo, se vio que activaba diferentes área del lóbulo temporal del hemisferio izquierdo.