MADRID 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
Una nave de carga rusa no tripulada Progress ha entregado su cargamento a la ISS tres días después de su despegue, terminando así con la etapa de 'racionamiento' de sus astronautas. Otra nave similar sufrió un accidente el pasado mes de agosto y no pudo renovar los suministros de comida de la tripulación hasta ahora.
El éxito de esta misión no sólo ha servido para que la situación en la ISS vuelva a la normalidad, si no también para que se reanude el calendario lanzamientos espaciales tripulados, que se suspendieron tras el accidente por falta de seguridad.
Además, Rusia ha mostrado la fiabilidad del cohete Soyuz a Estados Unidos, después de que éste pusiera en duda su capacidad para ocuparse de los vuelos hasta el laboratorio espacial.
Así, el comandante Mike Fossun de la NASA ha explicado que ha habido "cierta incertidumbre" con esta misión por lo ocurrido en el mes de agosto, sin embargo, ha apuntado que una vez concluida sin problemas "es un gran paso que ayuda a limpiar la imagen de Soyuz de cualquier problema subyacente".
La NASA ha indicado que el viaje fue automatizado al completo y se ha producido sin sobresaltos. Progress ha llegado a la ISS a las 12.41 horas del miércoles (hora española) cargando con 2,8 toneladas de alimentos, combustible, oxígeno y otros suministros que, según ha explicado Fossun, tienen que durar hasta que los actuales tripulantes de la estación, el ruso Sergei Volkov y el japonés Satoshi Furukawa regresen a la Tierra, el próximo 22 de noviembre.
Ambos astronautas compartirán su última semana en la ISS con un nuevo grupo de profesionales que tienen su llegada prevista para el 16 noviembre.