ZARAGOZA, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
La prevención de infecciones por hongos en pacientes inmunodeprimidos --con las defensas bajas-- supone actuar sobre el ambiente donde se encuentra el paciente, manteniéndole en salas especiales con mínimos niveles de carga microbiana y al mismo tiempo, sobre el propio paciente mediante la aplicación de quimioprofilaxis con diversos antifúngicos, ya que muchas de estas infecciones son de origen endógeno (provienen de la flora del propio paciente).
Así se ha puesto de manifiesto en la XI Reunión Monográfica de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), que ha concluido hoy y cuyo tema fundamental de estudio ha sido la micosis en el paciente inmunocompetente y en el inmunodeprimido.
En ella han participado más de 500 expertos en micología procedentes de toda España, por lo que la reunión se ha convertido en una de las de mayor asistencia en la trayectoria de la Sociedad, según informan los organizadores.
En cuanto al diagnóstico micológico, los especialistas consideran que se requiere una detección precoz para poder aplicar al paciente la terapia más adecuada.
Durante la Reunión, se han expuesto las diferentes técnicas existentes de diagnóstico rápido basadas en la detección de partículas de pared fúngica (Galactomanano y ß - D - glucano). Los expertos apuestan por la unificación de pruebas basadas en técnicas de biología molecular como el futuro del diagnóstico micológico.
También se han tratado los últimos tratamientos. Las moléculas actuales más adaptadas a las micosis sistémicas en inmunodeprimidos: Anfotericina liposomal (polieno), Voriconazol (azoles) y Caspofungina (echinocandinas).