MADRID 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El primer comandante europeo de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés), el belga Frank De Winne, regresó este martes a la Tierra, junto con sus compañeros el cosmonauta ruso Roman Romanenko y el canadiense Robert Thirsk, según informó hoy la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés).
Así, la nave Soyuz TMA-15 aterrizó a las 7.15 GMT horas (13:15 hora local) en las llanuras de Kazajstán poniendo fin a al misión de seis meses de la segunda misión de larga duración de la ESA en la ISS.
Cuando De Winne, Romanenko y Thirsk llegaron a la ISS en mayo de 2009 constituyeron la primera tripulación permanente de seis personas, junto con los tres astronautas que ya se encontraban en la estación, lo que permitió realizar un mayor número de experimentos científicos a bordo de la ISS.
En agosto, el astronauta de la ESA Christer Fuglesang, de nacionalidad sueca, visitó a De Winne durante los 14 días de la misión Alissé, en el vuelo STS-128 del Trasbordador Espacial. Fuglesang participó en dos paseos espaciales y volvió a la Tierra con el primer módulo científico que había sido instalado en el exterior del módulo laboratorio europeo Columbus. EuTEF (European Technology Exposure Facility) había estado en el espacio desde febrero de 2008, y continúa aportando datos y muestras a equipos de científicos de todo el mundo.
Durante los seis meses de su estancia en la ISS, De Winne se encargó de las operaciones robóticas que permitieron atracar la nave de reabastecimiento japonesa HTV 1 a la ISS e instalar las cargas útiles que traía en su exterior en el laboratorio japonés Kibo.
EXPERIMENTOS CIENTÍFICOS
Junto a sus compañeros de las Expediciones 20 y 21, De Winne realizó diferentes experimentos científicos. La investigación avanzada de materiales se vio impulsada gracias a la puesta en servicio del Laboratorio de Ciencias de los Materiales, dentro del que se desarrollaron dos experimentos para comprender la solidificación de las aleaciones metálicas, lo que permitirá optimizar ciertos procesos industriales.
En la Instalación de Diagnosis de la Cristalización de Proteínas de la ESA, se estudió el crecimiento de cristales de proteínas durante más de tres meses y medio. Los cristales, estables y de gran calidad, se trajeron de vuelta a la Tierra para que los equipos de científicos puedan investigar su crecimiento.
De Winne y su tripulación también realizaron varios experimentos sobre fisiología humana para investigar la adaptación del sistema cardiovascular al espacio, la retención de sal en el cuerpo humano y cómo cambia la percepción tridimensional en condiciones de microgravedad. Igualmente, se desarrolló un experimento con levadura en el módulo Biolab de la ESA, que permitió observar la formación de estructuras celulares organizadas.
De Winne trabajó de nuevo en la Microgravity Science Glovebox de la ESA, la caja de guantes que ya había utilizado en su primera misión a la ISS en 2002. En esta ocasión, instaló el Instrumento de Diagnosis Óptica Selectiva y desarrolló un experimento que permitirá comprender mejor cómo afecta la vibración a la difusión de los líquidos.
ÉXITO "ROTUNDO"
"La misión OasISS de la ESA fue un éxito rotundo", comenta Simonetta Di Pippo, directora de Vuelos Tripulados de la ESA, quién siguió el aterrizaje desde el Centro Ruso de Control de la Misión cerca de Moscú. "Europa debería tener al menos un astronauta a bordo de la ISS cada año. Este año, nuestras dos misiones (OasISS y Alissé) han demostrado la solidez del programa europeo de utilización de la Estación y han preparado el terreno para confirmar la participación de Europa en la extensión de la vida útil de la ISS. Estoy desando ver las próximas dos misiones europeas a la ISS en 2010, y las misiones que vengan después", añadió.
El siguiente astronauta europeo en volar a la ISS será el italiano Roberto Vittori que participará en la misión STS-134 en julio de 2010 para instalar el Espectrómetro Alfa Magnético (AMS). Los astronautas Paolo Nespoli, también italiano, y André Kuipers, de los Países Bajos, realizarán las siguientes misiones europeas de larga duración, como miembros de la Expedición 26/27 en 2010/11 y de la Expedición 30/31 en 2011/12, respectivamente.
El último módulo europeo presurizado para la ISS, el Nodo-3, volará el próximo mes de febrero a bordo de la misión STS-130, junto a la también europea Cupola, que ofrecerá una visión panorámica a los astronautas para observar la Tierra y guiar las operaciones en el exterior de la estación.