MADRID, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El satélite de la Agencia Espacial Europea (ESA) SMOS, diseñado para observar la humedad del suelo y la salinidad del océano, ha proporcionado información sobre la evolución del invierno a través de sus mapas del suelo a medida que éste se congela y se derrite.
La agencia europea ha destacado que la misión SMOS, que comenzó en noviembre de 2009, introdujo en la observación de la Tierra una nueva técnica de teledetección. Concretamente, el satélite capta el 'brillo de la temperatura', es decir, las imágenes que obtiene se corresponden con la radiación de microondas que emite la superficie terrestre, que pueden relacionarse con la humedad del suelo y la salinidad del océano.
Así, SMOS proporciona información para entender este ciclo del agua, así como la meteorología y el sistema climático y, además, ahora un grupo de científicos del Instituto Meteorológico Finlandés (FMI) han desarrollado un método que usa estos datos para detectar y mapear suelo helado.
Para esta evaluación, se han comparado los datos del 26 de noviembre de 2010 al 26 de noviembre de 2011. El año pasado grandes extensiones del norte de Finlandia quedaron cubiertas por una capa de hielo de 30 centímetros de profundidad. Sin embargo, este año el otoño ha sido mucho más suave, y hacia el 26 de noviembre sólo se había congelado una extensión pequeña.
El estudio apunta que, a medida que se congela, el suelo va almacenando cantidades cada vez mayores de carbono y metano, que de nuevo son liberadas a la atmósfera con el deshielo de la primavera.
De este modo, usando los datos de SMOS los científicos han desarrollado un método para inferir la profundidad de la capa helada. Durante el proceso de congelación, el brillo de la temperatura aumenta hasta que el suelo se hiela a una profundidad de 50 centímetros. Las lecturas permanecen entonces estables a lo largo del invierno, incluso bajo una gruesa capa de nieve. En primavera, con el deshielo, el brillo de la temperatura disminuye de nuevo.
El FMI ha indicado que hay "gran preocupación" por la posibilidad del deshielo permanente debido al aumento global de las temperaturas, lo que liberaría a la atmósfera enormes cantidades de carbono y metano -y aumentaría así la concentración atmosférica de estos gases de efecto invernadero-.
El portavoz del FMI, Kimmo Rautiainen, ha señalado que "el estado del suelo siempre ha tenido especial importancia en las latitudes del Norte por lo que detectar suelo helado desde el espacio, y la profundidad de la capa helada, ha sido una gran ayuda". "Ahora existe la seguridad de que las nuevas observaciones que proporciona la misión ayudarán a comprender los procesos que ocurren en las regiones frías", ha apuntado.