MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) - Un estudio ha declarado imposible en la realidad el personaje de 'Spiderman': un ser humano necesitaría unas almohadillas adhesivas que cubrieran el 40% de su piel para trepar por una pared vertical. Los investigadores creen que estas ideas sobre los límites de tamaño de almohadillas adhesivas podrían tener profundas implicaciones para el desarrollo de adhesivos bioinspirados a gran escala, que actualmente sólo son eficaces en áreas muy pequeñas. "A medida que los animales aumentan de tamaño, la cantidad de área de superficie corporal por volumen disminuye: una hormiga tiene una gran cantidad de área superficial y muy poco volumen y una ballena azul es sobre todo volumen con no mucha superficie", explica Labonte. "Esto plantea un problema para las especies más grandes de escalada, ya que, cuando son más grandes y más pesadas, necesitan más energía para poder adherirse a superficies verticales o invertidas, pero tienen comparativamente menos superficie corporal para cubrir con almohadillas adhesivas. Esto implica que hay un límite de tamaño de almohadillas adherentes como solución evolutiva para la escalada y que resulta ser aproximadamente del tamaño de un gecko", resume. Los animales más grandes han desarrollado estrategias alternativas para ayudarse a escalar, como garras y dedos de los pies con los que agarrarse. Los investigadores compararon el tamaño y el peso de la almohadilla plantar de 225 especies de animales escaladores incluyendo insectos, ranas, arañas, lagartos e, incluso, un mamífero. "Comparamos animales que abarcan más de siete órdenes de magnitud en peso, que es más o menos lo mismo que comparar una cucaracha con el peso del Big Ben, por ejemplo", subraya Labonte. Estas investigaciones también dieron a los científicos mayores conocimientos sobre cómo el tamaño de las almohadillas adhesivas se ve influido y limitado por la historia evolutiva de los animales. "Nos dimos cuenta de que dentro de especies estrechamente relacionadas en tamaño, la almohadilla no iba en aumento lo suficientemente rápido para que coincida con el tamaño del cuerpo, probablemente a consecuencia de las limitaciones evolutivas. Sin embargo, estos animales todavía pueden adherirse a las paredes", apunta Christofer Clemente, uno de los coautores de la 'University of the Sunshine Coast'. "A través de todas las especies, el problema se resuelve por la evolución de las almohadillas relativamente más grandes, pero esto no parece posible dentro de especies estrechamente relacionadas, probablemente desde que no hay suficiente diversidad morfológica para permitirlo. En cambio, dentro de estos grupos estrechamente asociados, las almohadillas se vuelven más pegajosas. Éste es un gran ejemplo de restricción evolutiva e innovación", concluye.