MADRID, 12 Abr. (Reuters/EUROPA PRESS) - El magnate ruso Yuri Milner propone el despliegue de miles de pequeñas naves, que viajen al 20% de la velocidad de la luz, al sistema de nuestra estrella vecina más cercana y envíen imágenes. Si tiene éxito, los científicos podrían determinar si Alfa Centauri, un sistema estelar a unos 40 billones de kilómetros de distancia, contiene un planeta similar a la Tierra capaz de sostener la vida. El proyecto, denominado Breaktrough Starshot, cuenta con una dotación inicial de 100 millones de dólares, podría tardar años en tomar forma y no hay ninguna garantía de que funcione. El anuncio, realizado este martes en Nueva York y que cuenta con el respaldo del cosmólogo Stephen Hawking, se produce menos de un año después del anuncio de Breaktrough Listen, también respaldado por Milner y su plataforma Breaktrough Iniatives, que cuenta con 100 millones en diez años para supervisar señales de radio en busca de signos de vida inteligente en todo el universo. Breaktrough Starshot implica el despliegue de pequeños vehículos ligeros propulsados para llevar equipos como cámaras y equipos de comunicación. Los científicos esperan que estos vehículos, conocidos como nanocraft, puedan con el tiempo llegar volar al 20 por ciento de la velocidad de la luz, más de un millar de veces más rápido que las naves espaciales de hoy. "La cosa se parecería al chip de su teléfono celular con la forma de una muy delgada vela de luz diáfana," dijo Pete Worden, el ex director del Centro de Investigación Ames de la NASA, que dirige el proyecto. "Serían algo así como de 3 o 4 metros de ancho." Se planeta el envío de una nave espacial convencional más grande que contenga miles de nanocraft en órbita, y luego lanzar los nanocraft uno por uno, dijo en una entrevista. La idea tiene precedentes con resultados dispares. Hace dos años, el kicksat de la Universidad de Cornell fracasó después de que la nave que llevaba 104 micro-satélites al espacio no pudo liberarlos. El plan era dejar que los pequeños satélites quedasen en órbita y recogieron datos durante unas pocas semanas. Worden reconoce los retos, incluida la supervivencia del nanocraft al lanzamiento. Entonces deberán soportar 20 años de viaje a través del entorno hostil del espacio interestelar, con obstáculos tales como las colisiones de polvo. "Cualquiera de los problemas que quedan por resolver es un motivo para desistir", dijo Worden. Los gobiernos probablemente no tendrían en cuentra esta investigación debido a su naturaleza especulativa, dijo. Sin embargo, la tecnología es suficientemente prometedoras como para merecer la pena. Si el nanocraft alcanzan el sistema de la estrella y tiene éxito en la toma de fotografías, se necesitarían alrededor de otros cuatro años para transmitirlos a la Tierra.