El 84% de las patentes de macroalgas, en manos de Japón, China y Corea del Sur

Actualizado: martes, 9 julio 2013 23:13


MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

El 84 por ciento de las patentes de macroalgas se concentran en Japón, China y Corea del Sur, que, sin embargo no son los primeros productores de este tipo de algas del mundo, que son Filipinas, Indonesia y Vietnam. En este sentido, un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha resaltado la importancia de la inversión científica para el impulso del desarrollo biotecnológico, ya que las algas, tradicionalmente cultivadas para el sector de la alimentación, son recursos marinos accesibles porque crecen en zonas costeras.

Los cultivos de macroalgas aumentan un 7,5 por ciento de media al año y se han convertido en una parte importante de la acuicultura marina gracias a la diversificación de la demanda de productos basados en macroalgas para bioenergía, cosméticos y biomedicina.

El estudio liderado por el CSIC profundiza en la distribución de patentes de productos y aplicaciones derivados de macroalgas entre los distintos países del mundo. El trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Biotechnology, analiza el número de patentes de macroalgas registradas entre 19800 y 2009.

Los investigadores han comparado la distribución con la capacidad de producción y con el esfuerzo científico implicado en el estudio de su cultivo. Los resultados señalan que, a pesar de la alta producción que llevan a cabo países en vías de desarrollo de Asia y África, son las naciones que invierten esfuerzo en investigación, como Japón, China y Corea del Sur, las que acaparan las patentes. Por su parte, Estados Unidos y Francia lideran el resto del mercado a pesar de no ser productores.

"Por el contrario, países como Filipinas o Indonesia, importantes productores, pero con una inversión baja en investigación, no tienen patentes registradas", resalta la investigadora del CSIC en el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados, Inés Mazarrasa.

Mazarrasa señala que antes del estudio esperaba que dada su mayor accesibilidad, el mercado de patentes de macroalgas estuviese más homogéneamente repartido entre países productores.

Además, la investigadora subraya que el incremento de la demanda de nuevos productos y aplicaciones de las macroalgas "podría abrir una posibilidad para que los países tradicionalmente productores puedan sacar partido de su capacidad de producción de macroalgas".

El estudio resalta también el papel de la investigación como motor del desarrollo biotecnológico y abre una vía nueva de cooperación con los países en desarrollo que tradicionalmente han sido productores de macroalgas.

"La colaboración científica y la inversión es esencial para potenciar una elaboración de productos más sofisticados y un desarrollo sostenible a partir de sus propios recursos naturales, como promueve la Convención de la Diversidad Biológica. De no producirse, estos países quedarían una vez más fuera de un mercado emergente, a pesar de dominar la producción de la materia prima en pro de otras naciones, que acabarían sacando un mayor beneficio patentando productos y procesos derivados", indica la investigadora del CSIC.

Aunque la tasa de descubrimiento de nuevas especies marinas es baja (0,93% al año), el número de especies marinas domesticadas se incrementa a un ritmo del 3 por ciento anual.

El número de productos naturales de origen marino, como cosméticos, enzimas industriales o genes derivados de organismos y las patentes de genes del océano crecen, respectivamente, a un ritmo del 4 por ciento y 12 por ciento al año.