Una araña australiana devora al macho si su cortejo no le agrada

Araña de espalda roja
University of New South Wales
Actualizado: jueves, 22 octubre 2009 21:19

MADRID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

Un nueva investigación ha revelado que los pretendientes de las hembras de una variedad australiana de araña canibal afrontan el peligro de una muerte prematura a menos que logren desenvolverse de forma adecuada durante el cortejo, con la particularidad de que se prolonga durante unos cien minutos. Por si fuera poco, la investigación muestra que algunos machos intrusos pueden sigilosamente emparejarse exitosamente con la hembra aprovechando los esfuerzos de cortejo del primer pretendiente.

Científicos de la Universidad de Toronto Scarborugh han publicado un estudio titulado "El umbral del cortejo a la hembra permite a machos intrusos emparejarse con esfuerzo reducido" en la revista Proceedings of the Royal Society B. El estudio proporciona nuevas evidencias sobre los hábitos de emparejamiento de las venenosas arañas de espalda roja asutralianas (lactrocdectus hasselti), un miembro de la familia de las viudas negras en las que las hembras son más grandes en tamaño que los machos.

De acuerdo con la investigación, si un macho intenta emparejarse sin dedicarle suficiente tiempo y energía al cortejo, la araña hembra le matará y se emparejará con su rival. Sin embargo, los machos más débiles, o que dedican poca energía, han encontrado una manera de conseguir la recompensa a costa de sus competidores más dotados.

De acuerdo con el estudio, "un segundo macho 'sigiloso' corre y se empareja con éxito con la hembra, esencialmente actuando como parásito de los esfuerzos del primero y bien dotado macho para el cortejo", explicó Maydianne Andrade, profesor asociado en la Universidad de Torronto Scarborough.

"Una de las conclusiones más sorprendentes del estudio es que las hembras son incapaces de desear o discriminar la procedencia del cortejo". Esto ha proporcionado la oportunidad de que machos intrusos puedan aprovecharse de los esfuerzos reproductivos de sus rivales y de esta forma sortear la elección de la hembra, añadió.

Esta actitud de las hembras había sido predecida en la teoría, pero esta es una de las pocas demostraciones cuantitativas de una decisión convertida en acto y la primera en mostrar que los machos pueden usar las reglas de decisión de las hembras para explotar los esfuerzos reproductivos de sus rivales.