MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
Desde la puesta en marcha hace 20 años de la Instalación Europea de Radiación Sincrotrón (ESRF, por sus siglas en inglés), España contribuye con el 4 por ciento de su presupuesto, que supone 2,8 millones de euros en 2008.
A través del Ministerio de Ciencia e Innovación, España es uno de los 18 países participantes en la instalación más potente de Europa en su género, y los investigadores españoles consiguen hasta un 6 por ciento del tiempo de haz disponible, más de lo que le correspondería por su aportación económica.
Así, el ministerio destaca la excelencia científica de las propuestas de los científicos españoles, que permiten desvelar los detalles y propiedades de la materia. Entre las investigaciones que se realizan en la instalación destacan campos de aplicación como nuevos medicamentos (biología molecular), mejores terapias médicas, ciencias ambientales (estructuras de los contaminantes) e industria (nuevos materiales), entre otros.
Además, señala que el ESRF es una gran instalación interdisciplinar operativa inmersa en un programa de mejora que finalizará en 2015. A tal fin, se han invertido 176,6 millones de euros que permitirán "que mantenga su referencia internacional". Una vez finalizado el programa de mejora, a partir de 2015, la instalación se centrará en cinco áreas temáticas de interés prioritario como la nanociencia, la nanotecnología, las técnicas de inducción y medición ultrarrápidas, ciencia en condiciones extremas, biología estructural y funcional y la imagen por rayos X.
48 LÍNEAS DE HAZ PARA 5.500 CIENTÍFICOS
El ESRF cuenta con 48 líneas de haz de las que se sirven al año 5.500 científicos de todo el mundo. Entre ellas destacan dos, las líneas BM25 y la BM16, que conceden más tiempo de haz a los investigadores españoles.
El Ministerio de Ciencia e Innovación es propietaria de la línea BM25, destinada a caracterizar los materiales y a experimentar con materia condensada dura. Esa línea del sincrotrón fue diseñada por equipos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y varias universidades españolas.
Igualmente, el ministerio y la Generalitat de Cataluña adquirieron en 2003 la línea BM16, de experimentación con la dispersión de luz sobre materia condensada blanda, que está gestionada por CELLS, una entidad que desarrolla el Laboratorio del Sincrotrón ALBA de Barcelona. Prevista para 2010, ésta será la primera instalación de luz de sincrotrón que se instalará en España y que se dedicará por completo a la investigación pública.
