La experiencia reorganiza los circuitos cerebrales

Actualizado: jueves, 14 mayo 2009 13:25

MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Birmingham en Reino Unido han desvelado a través de un estudio con imágenes cerebrales cómo la experiencia reorganiza los circuitos cerebrales y ayuda en las decisiones complejas. El trabajo, que se publica en la revista 'Neuron', muestra que la experiencia pasada realmente ayuda cuando las personas deben tomar decisiones complejas basándose en información confusa o incierta.

Los resultados del estudio muestran que el aprendizaje a partir de la experiencia cambia los circuitos cerebrales para que la persona pueda establecer categorías con rapidez de lo que se observa y tomar una decisión o llevar a cabo las acciones adecuadas.

Según explica Zoe Kourtzi, director del trabajo, "lo que descubrimos es que el aprendizaje a partir de la experiencia pasada en realidad reorganiza nuestro cerebro para que podamos categorizar las cosas que estamos viendo y responder apropiadamente ante ellas en cualquier contexto".

El objetivo de los investigadores era descubrir los mecanismos del cerebro humano que median en la toma de decisiones flexible a través del aprendizaje, que no se comprenden bien a pesar de que se sabe que las decisiones de éxito se benefician de la experiencia previa. Los autores combinaron medidas de conducta y señales cerebrales para estudiar cómo voluntarios aprendían a discriminar entre patrones visuales similares y a asignarlos a diferentes categorías.

Los voluntarios empleaban dos tipos de reglas para asignar los patrones visuales a las categorías. Como resultado, los patrones que pertenecían a una misma categoría según una de las reglas podían pertenecer a diferentes categorías en base a una regla alternativa. "Este paradigma de aprendizaje flexible nos permitió evaluar los cambios cerebrales asociados a lo percibido en vez de a la similitud física entre patrones visuales", explica Kourtzi.

Los investigadores utilizaron imágenes cerebrales en combinación con técnicas matemáticas para extraer información sensitiva sobre las señales cerebrales que reflejaban la elección del voluntario.

"Lo que hemos mostrado es no sólo que somos mejores en la tarea de reconocer una cara familiar entre una multitud, por ejemplo. Nuestros resultados nos dicen que la experiencia previa puede entrenar circuitos en nuestro cerebro para reconocer las categorías percibidas en vez de simplemente la similitud física entre patrones visuales", añade Kourtzi.

El investigador apunta que los resultados les permiten proponer que la información aprendida sobre las categorías se retiene en circuitos cerebrales de las áreas posteriores del cerebro. A partir de ahí se traslada a circuitos en las áreas frontales que convierten esta información en decisiones flexibles y acciones apropiadas en función de los requisitos y el contexto de cada tarea.