Una experta asegura que la sordera es la enfermedad congénita más frecuente en el recién nacido

Actualizado: domingo, 11 noviembre 2007 16:59

VALENCIA, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

La otorrino del Hospital Casa de Salud de Valencia, Amparo Platero, aseguró hoy que la sordera o hipoacusia es la enfermedad congénita más frecuente en el recién nacido, sin embargo, "hoy en día casi la totalidad de la población infantil que la padece tiene solución", informaron fuentes de este centro médico en un comunicado.

Platero explicó que los implantes cocleares permiten recuperar la audición "de manera total en la mayoría de los casos". No obstante, hay que cumplir unos determinados requisitos para realizar estos implantes. En cuanto a la población infantil, entran todos, "pero se recomienda que no hayan estado muchos años sin oír".

En este sentido, aseguró que en el momento en que a alguien se le priva un tiempo de la audición, se pierde la plasticidad cerebral para adquirir el lenguaje. En cuanto a los adultos, es más complicado porque alguien que ha estado toda la vida sin poder oír, "aunque se le practique el implante y pueda hacerlo, no podrá descifrar el lenguaje".

Según la doctora, los seis años marca el límite de cómo va a ser el desarrollo. Un niño sordo total "debería operarse antes de esta edad". Si ha nacido sordo y no se realiza el implante antes de los seis años, la evolución "deja de ser favorable", por lo que la doctora puso de relieve "la importancia" de la detección precoz de la sordera en los niños.

Asimismo, explicó que la hipoacusia puede ser breve, cuando la pérdida de cantidad de audición es pequeña, y puede llegar a ser hasta aguda o severa, que es la sordera total. Puede ponerse de manifiesto de recién nacido "o con muchísima frecuencia lo notamos durante la infancia". En este sentido recordó que el Hospital Casa de Salud "sí realiza esta prueba a todos los niños que llegan al mundo".

A este respecto, Platero indicó que "lo más importante" es la detección precoz. Este es, según ella, el objetivo de cualquier especialista, ya que en función de cómo el niño oiga va a desarrollar el lenguaje y éste tiene unas etapas críticas para su desarrollo. Entonces, si se intenta que no sobrepasen esas edades críticas, "se puede conseguir que el niño tenga un correcto desarrollo del lenguaje".

En cuanto a las causas, afirmó que son numerosas. En principio, si el bebé tiene familiares con hipoacusia, "se recomienda llevar al niño al otorrino". Otra de las causas es la otitis de repetición, meningitis e incluso algunos fármacos, "ya que hay muchos antibióticos que pueden llegar a producir una sordera en el niño". Cuando alguno de estos factores de riesgo se produce, siempre se recomienda acudir a un otorrino "lo antes posible, independientemente que notemos alguna conducta anormal o no".

Además, Platero aseguró que hay ciertos datos "que activan la voz de alarma". Por ejemplo, en ocasiones los profesores hablan de que el niño está más despistado de lo normal o los padres dicen que no reaccionan frente a sonidos o que no llevan una correcta evolución en la adquisición del lenguaje. Hay ocasiones, continuó, en las que el niño pregunta mucho '¿qué?' o se fija en los padres para buscar la lectura labial.

La doctora explicó que los tipos de pruebas a los que son sometidos los niños que están en un grupo de riesgo son de dos tipos. En primer lugar están las dirigidas a menores de tres años, de los que no se puede obtener colaboración. En este caso se emiten pitidos y, mediante un sistema de pegatinas, se detecta si el niño oye o no.

En cuanto a las de un niño mayor de tres años, que ya puede colaborar, se le colocan unos cascos y se intenta descifrar cuál es el mínimo sonido que detecta. "Se trata de pruebas sencillas, totalmente incruentas y con un diagnóstico inmediato", concluyó.