Identificada una zona del cerebro implicada en la incapacidad para dejar la cocaína a pesar de su efecto negativo

Actualizado: domingo, 1 julio 2007 22:30

MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS)

Investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore (Estados Unidos) han descubierto en ratas que las neuronas en una parte del cerebro conocida como amígdala basolateral media la conducta persistente inducida por la exposición a la cocaína. Estos resultados, que se publican en la edición digital de la revista 'Nature Neuroscience', sugieren que la amígdala podría participar en la incapacidad de los adictos para modificar su conducta en presencia de las consecuencias negativas de ella.

Los investigadores, liderados por Goeffrey Schoenbaum, entrenaron ratas para que respondieran a un olor para recibir una recompensa y para no responder a otro y así evitar un castigo. Cuando la asociación entre el olor y la recompensa o castigo posterior se invirtió, los animales expuestos a la cocaína antes de aprender tenían dificultades específicas para aprender a detener la respuesta al indicio que antes daba lugar a la recompensa.

Los autores también registraron la actividad en la amígdala basolateral del cerebro de las ratas durante esta tarea e identificaron neuronas que respondían de forma diferenciada a cada olor, una vez que el animal había aprendido qué olor predecía la recompensa o castigo. Cuando la asociación entre el olor y su resultado se invirtió, las respuestas de la mayoría de las neuronas cambiaron entre sí. En contraste, en las ratas que habían sido expuestas a la cocaína antes del aprendizaje muy pocas de las neuronas cambiaron su respuesta.

En otro experimento, los autores lesionaron la amígdala basolateral tanto de las ratas control como de las expuestas a la droga antes del aprendizaje e inversión. Mientras que las lesiones no afectaron la adquisición de las asociaciones entre olor y resultado sí que abolieron el déficit en la inversión de estímulos en los animales expuestos a la cocaína.

Esto apoya según los investigadores la idea de que la amígdala basolateral inhibe la capacidad de las ratas expuestas a la droga para adaptar su conducta ante los posibles sucesos imprevistos de su entorno.