Más de tres millones de españoles tienen riesgo de sufrir degeneración macular asociada a la edad

Actualizado: martes, 28 febrero 2006 21:36


MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 29 por ciento de la población de edad superior a 55 años, lo que supone más de tres millones de españoles, está en riesgo de padecer degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una patología que limita la visión del afectado y le impide realizar actividades cotidianas como conducir, ver la televisión o leer. En España se estima que hay unos 300.000 afectados, aunque la mitad de los pacientes no recibe tratamiento, según advirtió hoy la Sociedad Española de Oftalmología, durante un seminario para periodistas celebrado en Madrid.

El presidente de la Sociedad Española de Retina y Vítreo (SERV), el doctor Borja Corcóstegui, señaló que al principio, la DMAE puede ser asintomática y es el retinólogo el que la descubre, aunque normalmente, el paciente acude a la consulta tras notar una visión borrosa o distorsionada.

En este sentido, el experto aseguró que "la detección precoz es vital particularmente entre los que padecen la forma más agresiva de DMAE (neovascular), en la que el tratamiento puede frenar la progresión de la enfermedad".

El profesor Manuel Sánchez, director de la Fundación Instituto Gallego de Oftalmología, resaltó que "la creación de vasos sanguíneos anormales provocada por la DMAE neovascular, que da lugar a derrames detrás de la retina, puede acabar dañando el tejido de forma irreversible y, una vez perdida la visión, no existe ningún tratamiento capaz de recuperarla".

Por su parte, el doctor Jordi Monés, de la Unidad de Mácula del Instituto de Microcirugía Ocular (IMO) de Barcelona explicó que "los tratamientos más recientes que han permitido abordar la afección cuando se encuentra en el centro de la retina (macula) no han logrado evitar la pérdida importante de visión y la formación de cicatrices".

No obstante, señaló que hay esperanza en la aparición de tratamientos farmacológicos diana y selectivos, que impiden el anormal crecimiento de los vasos sanguíneos en la retina y son capaces de detener el proceso degenerativo de la enfermedad, ya que superan las limitaciones de los existentes.