Mil millones de búsquedas en Internet generan el primer Mapa de la Ciencia

Actualizado: miércoles, 11 marzo 2009 19:39

LOS ANGELES, 11 Mar. (EUROPA PRESS) -

Científicos del Laboratorio Nacional de Los Alamos (LANL), donde Estados Unidos empezó a fabricar la bomba atómica, han producido el primer Mapa de la Ciencia del mundo. Se trata de una descripción gráfica en alta resolución de los rastros virtuales dejados por los científicos cuando recuperan información disponible en Internet. La investigación aparece esta semana publicada en la revista PLoS ONE.

"Esta investigación será un componente crucial de futuros esfuerzos para estudiar y predecir la innovación científica, asi como nuevos métodos para determinar el verdadero impacto de los artículos y las revistas científicas", explicó Johan Bollen, autor principal del estudio, en declaraciones recogidas por Europa Press en la web del LANL.

A pesar de que la ciencia tiene una tremenda importancia social, resulta difícil investigar el a menudo escondido mundo de la creatividad científica. La mayoría de los estudios sobre la actividad científica se basan en los datos de cita, que llevan un tiempo en hacerse disponibles porque la publicación citada y la publicación de una cita en particular pueden tardar años en aparecer. Dicho de otra forma, los datos de cita muestran la ciencia tal y como era hace unos años, no en el presente.

Bollen y sus colegas del LANL y el Instituto Santa Fe recopilaron aproximadamente mil millones de peticiones de información cursadas en Internet entre 2006 y 2008, recibidas en sus webs por un gran número de organismos de investigación, universidades y revistas científicas. Debido a que los científicos habitualmente leen sus artículos online antes de que puedan ser citados en publicaciones, los datos utilizados revelaron una actividad científica muy próxima a la que se está realizando en tiempo real.

Cuando quiera que un investigador accede a un estudio online, la acción se graba en servidores de los portales web donde se encuentran alojados. El uso resultante de esos datos contiene un detallado registro de las secuencias de artículos que los científicos se bajan de Internet a medida que desarrollan sus investigaciones. Tras recontar el número de veces que los científicos, a través de cientos de millones de solicitudes, descargan un artículo tras otro, el equipo de investigadores calculó la probabilidad de que un artículo o revista seleccionado por un científico sería seguida de un artículo como parte de una 'conducta online'. Basándose en esta conducta, los investigadores crearon un mapa que retrata de forma gráfica una estructura de artículos y revistas científicas conectados entre sí.

Bollen y sus colegas quedaron soprendidos por lo que el mapa ha mostrado. Mientras que el mapa estaba basado en las citas sobre ciencias naturales, el equipo encargado de su confección mostró además una prominente y central posición para las humanidades y las ciencias sociales, que en muchos lugares actúan como puentes interdisciplinares que conectan otras disciplinas científicas. El mapa también revela una inesperada relación entre dominios científicos que apuntan a una creciente relación sobre el interés colectivo de la comunidad científica: por ejemplo una conexión entre ecología y arquitectura.