MADRID 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los tres satélites de la constelación Swarm han completado con éxito la primera fase de su nueva misión, marcando un importante hito en el estudio del campo magnético terrestre, según ha informado la Agencia Espacial Europea (ESA).
A lo largo del fin de semana, los controladores del Centro Europeo de Operaciones Espaciales de la ESA en Alemania sometieron a los satélites a una larga serie de pruebas para comprobar que todos sus sistemas seguían funcionando con normalidad tras el lanzamiento.
El lanzamiento de Swarm se efectuó el pasado 22 de noviembre. La liberación de los tres satélites en una órbita a 490 kilómetros de altitud marcó el fin de la misión del lanzador Rockot y el comienzo de la de Swarm. Esta misión de observación de la Tierra tiene como objetivo tomar datos de alta precisión que nos ayudarán a comprender mejor cómo se genera y por qué varía el campo magnético de nuestro planeta.
Inmediatamente después de la separación, los tres satélites empezaron a enviar sus primeras señales a la Tierra, marcando el comienzo de la crítica fase de 'lanzamiento y operaciones iniciales', también conocida como LEOP.
"Recibimos las señales de los dos primeros satélites 91 minutos después del lanzamiento, y las del tercero a los 95 minutos, todo según lo previsto", ha explicado el responsable de Operaciones de Satélites, Juan Piñeiro. "Este momento marcó el comienzo de la fase LEOP, durante la que el equipo permaneció en la Sala de Control día y noche. Todo ha salido muy bien, y estoy muy orgulloso del excelente trabajo en equipo y de la dedicación de todos mis compañeros", ha añadido.
El momento más importante de la fase LEOP tuvo lugar en la medianoche del pasado viernes, cuando cada uno de los satélites desplegó su pértiga de 4 metros de largo, cargada con los instrumentos necesarios para llevar a cabo su misión científica.
El resto del fin de semana se dedicó a configurar y a comprobar los distintos subsistemas de los satélites, entre los que destacan los sistemas de control térmico y de potencia, de control de actitud y de orientación, o de gestión de datos.
Así, los tres satélites se encuentran en perfecto estado y ya están orbitando en 'modo de apuntamiento preciso', en el que utilizan los sensores de estrellas y las señales de GPS para mantener su orientación.