MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -
Ingenieros de la NASA han demostrado en las pruebas de seguridad que la nave espacial Orion podrá aterrizar con seguridad aunque uno de sus tres paracaídas principales no se infle durante la operación.
La prueba, que se llevó a cabo este martes en Arizona (Estados Unidos), ha consistido en recrear el aterrizaje de la nave (sustituida por una cápsula) con solo dos paracaídas, desde una altura de más de 7.600 metros. El director del proyecto, Chris Johnson, ha señalado la importancia de este resultado para "la validación del sistema de paracaídas".
"No se trata de esperar un fallo en el sistema de paracaídas, pero se ha demostrado que si sucede, el sistema es robusto para que la tripulación pueda llegar a tierra con seguridad", ha apuntado.
Los expertos han señalado que el sistema de aterrizaje de Orión es novedoso y no se ha realizado con ninguna misión tripulada hasta ahora. La decisión de ponerla en marcha con esta misión se debe a que Orión regresará a la Tierra desde una distancia mayor y reentrará en la atmósfera terrestre a una velocidad de más de 30.000 kilómetros por hora.
Después del reingreso, los astronautas dependen de los paracaídas para desacelerar la nave para un amerizaje suave en el Océano Pacífico. La cápsula, de 9.500 kilogramos necesita sólo dos paracaídas principal y un paracaídas de secundario, pero las naves espaciales de la NASA, en particular las que portan seres humanos, están diseñadas para tener otras alternativas cuando algo sale mal.
Por lo tanto, Orión estará equipado con tres paracaídas principales y dos boyas, proporcionando a cada sistema un paracaídas de reserva, ha explicado la NASA. El pasado mes de diciembre, los ingenieros simular un fallo de uno de los paracaídas secundarios en una prueba que terminó con un aterrizaje seguro, lo que demuestra el diseño del sistema es válida.
De hecho, la prueba de este martes ha sido la octava que se ha realizado de este sistema, mientras que la próxima está prevista para el mes de mayo. El sistema también se pondrá a prueba en 2014, cuando Orión haga su primer vuelo de prueba antes de su despegue oficial.
