Nuevas imágenes de una nube cósmica revelan una 'fábrica' de estrellas

Actualizado: miércoles, 19 agosto 2009 20:08

MADRID, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -

Nuevas imágenes publicadas por la ESO (European Organization for Astronomical Research in the Southern Hemisphere) del corazón de una nube cósmica denominada RCW 38 muestran una multitud de estrellas y sistemas planetarios incipientes.

Allí, jóvenes estrellas bombardean embriones de soles y planetas con fuertes vientos y luz incandescente, cumpliendo asi con su destino como estrellas masivas que explotan en forma de supernovas. En algunos casos, este ataque propicia la aparición de materia, que eventualmente puede dar lugar a nuevos sistemas solares. Los científicos creen que nuestro propio sistema Solar emergió de un ambiente parecido.

La densa agrupación de estrellas RCW 38 destella a unos 5.500 años luz en la dirección de la constelación de Vela. Como la nebulosa de Orión, RCW 38 es una "agrupación incrustada", en el que la emergente nube de polvo y gas todavía envuelve sus estrellas. Los astrónomos han determinado que la mayoría de las estrellas, incluidas las de baja masa, las rojizas que superan en número al resto en el Universo, se originan en esas localizaciones ricas en materia. De esta forma, las agrupaciones incrustadas proporcionan a los científicos un laboratorio viviente en el que explorar los mecanismos de la formación de estrellas y planetas.

"Mirando agrupaciones de estrellas como RCW 38, podemos aprender mucho acerca de los orígenes de nuestro Sistema Solar y otros, asi como de otros mundos y sistemas que se

formen en el futuro", afirma Kin De Rose, autor principal del estudio, publicado en la revista Astronomical Journal.

Utilizando instrumentos ópticos en el VLT (Very Large Telescopy) de la ESO, los astrónomos han obtenido la imagen más detallada de RCW 38. Enfocaron una pequeña área en el centro de la agrupación que rodea la estrella masiva IRS2 (en la imagen), que presenta el nivel de temperatura más elevado posible para las estrellas. La observación reveló que ISR2 es en realidad un sistema binario de dos estrellas, separado por 500 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. La imagen muestra un gran número de protoestrellas. La fuerte radiación de IRS2 dispersa materia que puede abarcar tomando formando de discos protoplanetarios, que en el curso de millones de años pueden dar lugar a nuevos planetas.