El principal anillo de Saturno está formado por cúmulos de partículas en continua formación y desintegración

Europa Press Ciencia
Actualizado: miércoles, 23 mayo 2007 15:03

MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El principal anillo de Saturno, el más grande y denso, está formado por cúmulos de partículas en continua formación y desintegración que dejan espacios casi vacíos entre sí, según un estudio del equipo de investigadores del espectrógrafo de imágenes ultravioletas de la Cassini, la nave espacial que forma parte de la misión Cassini-Huygens puesta en marcha por la Agencia Espacial Europea, la Agencia Espacial Italiana y la NASA para estudiar Saturno y sus satélites. Los resultados del estudio se publican en la revista 'Icarus'.

Según los investigadores, estos cúmulos del anillo B de Saturno están organizados en una red y en un ciclo continuo de formación y descomposición, una característica sorprendente, según los investigadores. Según explica Josh Colwell, profesor de Física en la Universidad de Florida Central y del equipo de la nave Cassini, estos resultados ayudarán a comprender la edad y el origen de los anillos de Saturno.

Las observaciones fueron realizadas utilizando el espectrógrafo que existe a bordo de la nave Cassini que dejó la Tierra en 1997 en una misión para recoger datos sobre Saturno, sus anillos y sus satélites, denominados 'lunas'. La nave entró en la órbita del planeta en julio de 2004 y las imágenes que toma son analizadas a través de sofisticados equipos que viajan en la nave.

Los científicos observaron la luminosidad de una estrella al pasar los anillos frente a ella en múltiples ocasiones. Esto proporciona una medida de la cantidad de material de los anillos entre la nave espacial y la estrella. Según Colwell, al estudiar la luminosidad de las estrellas cuando los anillos pasan frente a ellas es posible analizar la estructura del anillo de forma tridimensional y descubrir más sobre su forma, el espacio y la orientación de los conjuntos de partículas que lo forman.

Las observaciones confirman que la atracción gravitacional de las partículas del anillo entre sí crea cúmulos. Si estos cúmulos se encontraran más alejados de Saturno podrían convertirse en una luna, pero al encontrarse tan cerca de Saturno, sus diferentes velocidades alrededor del planeta contrarrestan esta atracción gravitacional y los cúmulos se expanden y se separan. Los cúmulos están en constante formación y desintegración una vez que alcanzan entre los 30 y 50 metros de largo.

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