MADRID 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Investigadores del Centro de Regulación Genómica (CRG), la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León han participado en el equipo internacional de científicos que ha realizado la secuenciación del genoma bovino. Los investigadores esperan que el trabajo, publicado en la revista 'Science', ayude a comprender la evolución de los mamíferos y a mejorar la explotación ganadera. El genoma bovino, formado por más de 22.000 genes, es más similar al humano que los del ratón o la rata
La secuenciación del genoma bovino, realizada gracias a la cooperación de unos 300 investigadores de 25 países, se publica junto al análisis de los antecedentes de la evolución y domesticación del ganado, el denominado 'HapMap' bovino . Ambos trabajos, dirigidos por Richard Gibbs desde el Centro de Secuenciación del Genoma Humano del Colegio Baylor de Medicina en Houston, deberían servir para avanzar en el conocimiento de la evolución de los mamíferos, acelerar las mejoras genéticas de los productos lácteos y cárnicos y comprender mejor las enfermedades humanas y sus tratamientos asociados.
El trabajo también muestra que, a lo largo de la evolución y la domesticación, los cambios en el número y la organización de los genes han alterado los sistemas biológicos del ganado, afectando de forma clave a su reproducción, inmunidad, lactancia y digestión. Esta evolución genética podría explicar la capacidad para convertir el forraje en una alta fuente energética o las propiedades antibacterianas e inmunitarias que pasan al ternero en la lactancia.
Los investigadores han empleado seis años en el proyecto que se ha basado en una vaca de raza Hereford sin cornamenta llamada 'L1 Dominette'. Esta raza, de origen inglés, es de las más importantes en la producción mundial de carne. Los mamíferos secuenciados hasta el momento eran animales de laboratorio y humanos y este es el primer animal de interés ganadero que se secuencia.
En el trabajo han participado desde Barcelona los equipos de Roderic Guigó, del CRG, y Eduardo Eyras, de la UPF, que ya participaron en la secuenciación del genoma humano, de ratón y de rata. Junto a ellos también se encuentra Marta Hernández, del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León en Valladolid.
MÁS CERCA DE LA VACA QUE DEL RATÓN
De los 22.000 genes que contiene el genoma bovino, alrededor de 14.345 de ellos tienen homólogos en otras siete especies de mamíferos que podrían ser empleadas en la investigación médica.
El genoma bovino es más similar al de los humanos que el de ratón o de rata y que la mayoría de cromosomas del ganado se corresponden, en parte o totalmente, a los de los humanos, aunque el ADN varíe su localización en algunas áreas. Humanos y vacas comparten sobretodo la organización en la arquitectura de sus cromosomas, algo que explicaría la mayor proximidad con el genoma bovino frente al de ratón.
Los investigadores analizaron también 37.470 diferencias en el ADN de 497 ganados diferentes de 19 especies geográfica y biológicamente mezcladas y descubrieron que la evolución de las vacas era muy diferente a la de la evolución humana, con rápidas disminuciones recientes en el tamaño eficaz de población a partir de una población ancestral de gran tamaño.
Los autores atribuyen esto a 'cuellos de botella' genéticos asociados con episodios de domesticación pasados, la selección de la especialización agrícola y la formación de especies. Pero los actuales niveles de diversidad en los tipos de ganado parecen ser finalmente tan rotundos como los que se dan dentro de las poblaciones humanas.
Según explica Richard Gibbs, líder de los trabajos de secuenciación y análisis, "el 'HapMap' bovino será un importante recurso y transformará cómo se cría el ganado para los productos lácteos y cárnicos". Gibss añade que ya se están desarrollando herramientas genéticas para la industria láctea y que se aplicarán a la mejora de la cárnica. "Esperamos que la información también sea de utiliza para conseguir vías innovadoras en la reducción del impacto ambiental del ganado, como los gases de efecto invernadero producidos por los rebaños", concluye.