MADRID, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
La sonda Venus Express ha trazado el primer mapa del hemisferio sur de Venus en longitudes de ondas infrarrojas. El nuevo mapa, que se publica en la revista 'Journal of Geophysical Research', indica que el planeta podría haber sido alguna vez más similar a la Tierra, con un sistema de tectónica de placas y un océano de agua.
El trabajo es responsabilidad de un equipo de investigadores de la Universidad de Münster y el Centro Aeroespacial Alemán en Berlín que se publica en la revista.
El mapa se basa en miles de imágenes individuales recogidas entre mayo de 2006 y diciembre de 2007. Venus está cubierta de nubes y las cámaras normales no pueden ver la superficie pero la nave Venus Express utilizó longitudes de onda infrarrojas capaces de atravesar las nubes.
Aunque los sistemas de radar han sido utilizados en el pasado para proporcionar mapas de alta resolución de la superficie de Venus, la Venus Express es la primera sonda espacial que produce un mapa que indica la composición química de las rocas. Los nuevos datos son consistentes con la sospecha de que las mesetas de las tierras altas de Venus son antiguos continentes que en el pasado estaban rodeados por un océano y fueron el resultado de la actividad volcánica.
Según explica Nils Müller, responsable del trabajo, "esto no es una prueba pero sí es consistente. Por el momento lo que podemos decir es que las piedras de la meseta no se parecen a las de ninguna otra parte".
Las piedras parecen diferentes debido a la cantidad de luz infrarroja que irradian al espacio, similar a la forma en la que un muro de ladrillo se calienta durante la noche y desprende calor por la noche. Además, las diferentes superficies radian diferentes cantidades de calor en las longitudes de onda infrarrojas debido a una característica denominada 'emisividad', que varía en los diferentes materiales.
El instrumento VIRTIS (Espectrógrafo de Imágenes Térmicas Visibles e Infrarrojas Térmico) capturó esta radiación infrarroja durante las órbitas nocturnas de Venus alrededor del hemisferio sur del planeta.
Las ocho sondas rusas de los años 70 y 80 se posaron lejos de las regiones montañosas y descubrieron sólo una roca similar al basalto bajo sus dispositivos de aterrizaje. El nuevo mapa muestra que las rocas en las mesetas de Phoebe y Alpha Regio son de color más claro y parecen antiguas en comparación con la mayoría del planeta. En la Tierra, las rocas de colores claros semejantes suelen ser granito y dar forma a los continentes.
El granito se forma cuando las piedras ancestrales, hechas de cobalto, son arrastradas hacia el interior por el desplazamiento de los continentes, un proceso conocido como tectónica de placas. El agua se combina con el basalto para formar granito y la mezcla vuelve a reaparecer a través de erupciones volcánicas.
"Si existe granito en Venus debió haber existido un océano y placas tectónicas en el pasado", señala Müller. El investigador apunta que la única manera de saber seguro si las mesetas de las tierras altas son continentes es enviar una sonda allí.
Con el tiempo, el agua de Marte se ha perdido en el espacio pero podría seguir existiendo actividad volcánica. Las observaciones en infrarrojo son muy sensibles a la temperatura. Sin embargo, en todas las imágenes observaron sólo variaciones entre 3 y 20 grados centígrados, en vez de la clase de diferencia de temperatura que esperaban de flujos de lava activos.
Aunque la Venus Express no observó ninguna evidencia de actividad volcánica en marcha, esto es algo que Müller no descarta. "Venus es un planeta grande que recibe calor de sus elementos radioactivos de su interior. Debería tener tanta actividad volcánica como la Tierra", concluye Müller. De hecho, algunas áreas parecen estar compuestas por piedra más oscura, lo que indica flujos volcánicos relativamente recientes".
El nuevo mapa proporciona a los astrónomos otra herramienta en su búsqueda de comprender por qué Venus es tan similar en tamaño a la Tierra y a pesar de ello ha evolucionado de forma tan diferente.
