El debate entre si es mejor una reprogramación de centralita o insertar un chip de potencia a un vehículo lo responden los pilotos de coches y motos y los usuarios. La respuesta parece unánime.
Madrid, 28 de Diciembre de 2017.- Son muchas las dudas que se plantean los usuarios de vehículos cuando deben de optar por una reprogramación de la centralita o insertar un chip de potencia, aunque los expertos en el mundo del motor no tienen duda de la cantidad de ventajas de reprogramar centralita frente a la inserción del chip, la alternativa más eficiente y económica.
Modificar el software de la gestión electrónica de las centralitas con el fín de obtener muchísima potencia es una tarea fácil.
Los pilotos de coche o moto consultados dicen preferir la electrónica con el régimen más ancho posible, pero que en ningún caso sobrepase los valores, que pudieran ser causantes de averías mecánicas, es decir, conseguir una potencia según los márgenes que establece cada vehículo, sin forzarlo.
Adaptar un chip de control externo para aumentar la potencia del vehículo precisa de la instalación de nuevos componentes, algo que no pasa con la reprogramación, que consiste en la reprogramación del software inicial del motor del vehículo.
Los que quieren reducir el uso de combustible, la emisión de gases o mejorar el rendimiento lo pueden hacer de este modo, ya que con la reprogramación se consigue un mayor control sobre los parámetros a modificar. Para ello, solo los profesionales podrán certificar que se respetan los límites de seguridad que en su día puso el fabricante y que la acción no resulte perjudicial a la larga.
Las ventajas de un reprogramación
Éstas se basan en la obtención de un menor consumo de combustible incluso a mayor potencia del vehículo, algo que puede resultar una paradoja, dado que las reprogramaciones que buscan una curva más plana permiten también usar las marchas largas, y de ahí el ahorro.
También se consigue adaptar el vehículo al estilo de conducción de cada uno, ya que hay modelos de coches que permiten un amplio abanico de reprogramaciones. El rendimiento se puede incrementar hasta un 25% más, lo cual es mucho.
Los conductores que ya las han realizado se muestran entusiastas con los resultados, mientras que quienes han optado por insertar el chip de potencia sienten que han perdido fiabilidad y seguridad del vehículo.
El simple cambio del chip puede aumentar la experiencia de la conducción después de realizarlo, pero el cambio se basa eminentemente en sensaciones, mientras que los que han optado por una reprogramación, sienten como es algo más que una sensación frente al volante y ganan en seguridad y confianza.
Los fabricantes hacen softwares generales que cumplan la reglamentación internacional
La pregunta que se hacen algunos es porque el software inicial que llevan los coches no cuentan ya con las especificaciones necesarias, para, en el caso del combustible, se adecuen a las necesidades de los clientes y la respuesta es que los fabricantes hacen softwares generales que cumplan la reglamentación de todos los países del mundo. Un ejemplo sería que cada coche debe repostar según las calidades y tipos de combustible que tiene cada país, que en el caso de USA sería de 89 octanos.
Los concesionarios de coches en España no pueden detectar si los coches tienen una reprogramación, o pueden saber que algo se ha modificado pero no pueden decir con seguridad si se ha realizado una reprogramación o una diagnosis.
El eterno debate entre reprogramación o inserción de chip que alimenta los foros de apasionados por el mundo del motor, concluye, pues, en función de la experiencia de los usuarios, que en un 85% prefieren la reprogramación una vez la han realizado.
Y siempre que esta la hagan profesionales expertos, claro está.
Empresa: OlimpoMarketinG
Autor: Pedro Fernández