Innova.- Aguas de Valencia invierte 180.000 euros en un sistema que permite ahorrar 800.000 m3 en el área metropolitana

Actualizado: martes, 7 octubre 2008 19:02

VALENCIA, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Grupo Aguas de Valencia ha invertido algo más de 180.000 euros en un Equipo de Auscultación de Redes (E.A.R.) que permite detectar en tiempo real las averías y anticipar así su posterior reparación. Este sistema, en fase de pruebas este año, ha permitido ahorrar 800.000 metros cúbicos de agua en el área metropolitana de Valencia, aproximadamente el consumo de una población de 12.000 habitantes, según informó la entidad

E.A.R efectuará, en una primera etapa, un seguimiento anual del estado de alrededor de 3.000 kilómetros de tuberías -12 kilómetros diarios- del área metropolitana de Valencia lo que redundará en una reducción del volumen de agua perdida en las redes de distribución de los municipios que gestiona.

La búsqueda de fugas es un complejo proceso donde interviene diversos equipos electrónicos de alta tecnología (registradores de caudal, prelocalizadores de fugas, correlador acústico y geófono) y personal muy cualificado en electrónica, informática, hidráulica y sonido, según la compañía.

La sistemática de trabajo del E.A.R. comienza por el control diario del agua introducida en la red de un municipio mediante la información proporcionada por los registradores instalados en los contadores. Al estar equipados con sistemas de telelectura, vía SMS, permite el conocimiento diario y automático del agua consumida en cada municipio y su posterior tratamiento informático, mediante un software que posibilita seguir la evolución del agua distribuida y percibir incrementos que puedan ser debidos a la existencia de fugas de agua.

Una vez que se detecta un incremento anormal del consumo, se pasa a la siguiente fase consistente en la instalación de Los prelocalizadores (siembra), a lo largo de toda la red y a distancias de aproximadamente 100 metros de distancia.

Los prelocalizadores son equipos electrónicos que tras ser programados son capaces de grabar el sonido provocado por el agua en su paso a través de la tubería. Esta escucha se hace por la noche para evitar la contaminación acústica derivada del tránsito rodado y demás perturbaciones.

A la mañana siguiente los técnicos del E.A.R., recogen la información remitida por los prelocalizadores, vía radio, e introducen las características de los sonidos escuchados en un programa informático que les ayuda a determinar la posible presencia de fugas en los distintos tramos de la red.

Dada la extensión de la red, la colocación de los prelocalizadores debe ser rápida para auscultar la máxima longitud posible, unos diez kilómetros diarios. Para conseguirlo se utilizan los más modernos medios eléctricos de locomoción y respetuosos con el medio ambiente.

Cuando los prelocalizadores revelan la existencia de una posible fuga en un tramo, se utiliza dos dispositivos denominados correlador y geófono, mediante los cuales se sitúa la posición exacta de la fuga. Localizada la fuga, los equipos de conservación de red proceden a su reparación inmediata, según las mismas fuentes que indicaron que desde que se produce la fuga hasta que se repara, el tiempo máximo es de cuarenta y ocho horas.