VALENCIA 28 Jul. (EUROPA PRESS) -
El director general del Instituto de la Pequeña y Mediana Industria Valenciana (IMPIVA), Daniel Moragues, destacó hoy "la importancia de aplicar técnicas de ingeniería emocional en los comercios de la Comunitat Valenciana para acercarse a las necesidades del consumidor y mejorar su estrategia competitiva".
Moragues visitó hoy al Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV), donde se interesó por "la dilatada experiencia de este centro tecnológico en la aplicación de la ingeniería emocional que permite la diferenciación de producto centrada en el usuario", según informó en un comunicado.
Se trata de innovadoras metodologías que el IBV ofrece a los comercios y que tienen como objetivo implicar al usuario final en cualquier etapa del desarrollo de un producto o servicio "dando un paso más hacia la personalización de los mismos con el fin de garantizar su éxito en el mercado", señaló Moragues.
Entre las últimas iniciativas que el Impiva ha apoyado en esta línea se encuentra la aplicación de este tipo de técnicas en el punto de venta de los comercios de hábitat de la Comunitat Valenciana, que ha financiado con más de de 84.000 euros, a través del Programa de Promoción del Diseño.
El objetivo del proyecto es dotar a las PYME de la Comunitat Valenciana de esta herramienta que les facilite la definición del diseño conceptual de los establecimientos y, en general, el diseño de los espacios de presentación al público del producto.
SECTOR DEL HABITAT
"Estamos ante una aplicación práctica en el sector del hábitat que puede servir de reclamo a comercios de otros sectores, con el fin de que incorporen en su organización este modelo que se propone como nuevo paradigma de competitividad", dijo Moragues.
En un 70 por ciento de los casos, la decisión final de compra se efectúa en el mismo punto de venta, lo que hace necesario que las empresas implanten un nuevo modelo de gestión del desarrollo de productos que considere la inclusión del consumidor como fuente fundamental de información, no sólo del diseño conceptual y de detalle del producto, sino también de la fase de lanzamiento y comercialización del mismo, según las mismas fuentes.
Esta iniciativa responde a los nuevos hábitos de consumo, en los que el usuario final busca que el diseño transmita unos determinados mensajes y conceptos relacionados con estilos personales de vida. La empresa tradicional valenciana, consciente de ello, demanda nuevas herramientas metodológicas que le permitan extender sus estrategias de diseño, de un modo sistemático, a la promoción y venta del producto.