VALENCIA 21 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario general del Bloc, Enric Morera, rechazó hoy cualquier acuerdo con el PP en materia de urbanismo y afirmó que la propuesta del conseller de Territorio y Vivienda, Esteban González Pons, de llegar a un pacto por el medio ambiente en la Comunitat Valenciana para coordinar el crecimiento desde el respeto a la naturaleza "llega tarde".
Morera indicó en un comunicado que la "destrucción de paisajes y territorio que ha tenido lugar durante estos años es irreversible" y por ello afirmó que ahora "ya no tiene sentido hacer ningún pacto con el partido que ha propiciado unas políticas territoriales y urbanísticas claramente insostenibles".
Según el dirigente del Bloc, la propuesta de González Pons "pone de manifiesto que el modelo urbanístico depredatorio del PP se ha agotado" porque "ya no hay más tierra que convertir en PAIs". Ahora, dijo, "el Consell "tiene miedo de que se produzca un parón económico si hay una ralentización del crecimiento de la construcción".
En el caso de que ocurriera, Morera indicó que el responsable "será única y exclusivamente el PP, que es quien ha favorecido que la construcción se convierta en el sector económico prioritario". En ese sentido, según el dirigente del Bloc, "debe ser el PP quien asuma las consecuencias de una política irresponsable, no buscar cómplices entre aquellos que defendemos otro modelo territorial".
Morera aseguró que el PP no tiene en la formación que dirige "ningún aliado para su política urbanística" y negó cualquier voluntad de negociar en este punto. Aseguró que "el cambio político que tendrá lugar a partir de mayo de 2007 estará basado, entre otras cosas, en un modelo de desarrollo que se encuentra en las antípodas de lo que defiende el PP".
El dirigente nacionalista enmarcó la propuesta de González Pons en "una estrategia de imagen" para "intentar librarse de una erosión política" como la que, dijo, sufrió el ex conseller de Territorio Rafael Blasco al frente de este departamento.
En su opinión, González Pons "solamente quiere repartir responsabilidades porque sabe que la política urbanística valenciana, y él como responsable, están en el punto de mira del gobierno español y de la Unión Europea".