CASTELLÓN 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Diputación y concejal del Ayuntamiento de Castellón, Carlos Fabra, ha interpuesto una demanda por injurias y calumnias contra el portavoz del grupo socialista en el consistorio, Juan María Calles, por llamarle "inmoral e indigno" e imputarle un delito contra la Hacienda Pública durante un pleno municipal que se celebró en el pasado mes de mayo, según consta en el documento dirigido al juzgado de primera instancia de Castellón.
Fabra pide a Calles una indemnización de 30.000 euros y que se retracte de lo dicho. El acto de conciliación entre ambas parte se celebró esta mañana, al que no acudió el demandado "porque no tiene nada de que retractarse, ya que lo que dijo lo refrendaría otra vez y lo refrendamos la totalidad de compañeros del grupo socialista", indicó hoy en rueda de prensa el portavoz adjunto de los socialistas, Mario Edo.
En aquel pleno, Calles formuló unas preguntas al alcalde, tras rechazase una moción socialista para reprobar la conducta política del dirigente popular, en las que, entre otras cosas, el portavoz socialista se interesaba sobre el impacto ético que las causas judiciales de Fabra estaban teniendo sobre las instituciones de las que éste forma parte.
Así, Calles cuestionó al primer edil sobre si la acusación de falsedad documental por la que se piden dos años de prisión para Carlos Fabra "no era motivo más que suficiente" para conminarle a que abandonase el cargo y oxigenar el "deterioro ético" causado al Ayuntamiento y a la ciudad. También recordó que Fabra está imputado formalmente por los delitos e tráfico de influencias y fraude a la Hacienda Pública y que ha sido acusado por un delito de falsedad documental.
En dicho pleno, el portavoz del grupo socialista, además, preguntó al alcalde si sabía que Fabra "movió cerca de 15 millones de euros en 23 cuentas bancarias durante cinco años, de las cuales, al menos seis carecen de justificación", y si pensaba impulsar alguna iniciativa ética "para devolver a este ayuntamiento la honradez y la moralidad erosionadas por la indignidad ejemplar del concejal Carlos Fabra".
Calles concluyó señalando que "el Ayuntamiento está bajo sospecha, bajo al sospecha indigna de la actuación de un concejal que ha defraudado a la Hacienda Pública y del que penden graves imputaciones judiciales, incompatibles con el código ético en vigor en esta corporación".
Según señaló Mario Edo, "es increíble que un concejal de Castellón lleve al juzgado a otro sólo por preguntar", y añadió que "ya sabíamos que Carlos Fabra no cree en la democracia, pero nos decepciona profundamente que un alto representante de la soberanía popular trate de amordazar a nuestro portavoz y al representante elegido por miles de ciudadanos castellonenses".
Edo manifestó que "no había nada punible en esas preguntas, por lo tanto quiero pedir amparo al alcalde e instarle a salir en defensa de un concejal al que se está agrediendo de forma vil y rastrera", y destacó que "hay que tener la cara muy dura para querellarse porque te hayan dicho 'inmoral' e 'indigno' cuando el señor Fabra llamó 'canalla' a Calles cuando ocupaba el cargo de subdelegado del Gobierno".
Así mismo, el concejal socialista señaló que "Carlos Fabra ha defraudado a Hacienda, pues fue la Agencia Tributaria la que denunció el fraude del concejal y presidente de la Diputación, otra cosa es que ese fraude sea constitutivo de delito, algo que tienen que determinar los tribunales", e indicó que "Calles no atribuyó ese delito al señor Fabra, como queda acreditado en el acta de la sesión plenaria".
"Esta nueva denuncia es un eslabón más de la cadena de acoso y presiones que está perpetrando el PP de Castellón a los 12 concejales socialistas", afirmó Edo, quien añadió que "Fabra está buscando una limpieza étnica, pues, si estuviera en su mano, haría lo posible y lo imposible para que Juan María Calles no fuera el candidato socialista en las próximas elecciones municipales".