CASTELLÓN, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a 3 años y 9 meses de prisión por intentar matar a su mujer a puñaladas después de esperarla en el portal del edificio donde ésta vivía junto a una amiga tras decidir cesar su convivencia con el acusado. La Sala considera que los hechos constituyen un delito de homicidio en grado de tentativa con la circunstancia agravante de parentesco.
Además, el tribunal impone al procesado la prohibición de acercarse y comunicarse con la víctima y con su hija a menos de 200 metros por un plazo de cinco años desde que finalice el cumplimiento de la pena de prisión. También deberá indemnizar a la mujer con 927,14 euros por los días de incapacidad, en 400 euros por el perjuicio estético sufrido y en 3.000 euros por el daño moral.
Según consta como probado en la sentencia, la mujer del condenado decidió el cese de la convivencia en abril de 2013, tras lo que se fue a vivir a casa de una amiga. El 4 de octubre de 2013, el procesado se dirigió al domicilio de su mujer y la esperó dentro del portal hasta que llegara de trabajar.
La mujer llegó en el vehículo de un amigo, el cual se esperó a que entrase en el portal. Cuando abrió la puerta del edificio y encontró al hombre salió huyendo y pidió auxilio, aunque éste la cogió y la tiró al suelo, la inmovilizó y le golpeó la cabeza contra el suelo en varias ocasiones.
Posteriormente, el acusado sacó una navaja de siete centímetros de hoja y, con intención de acabar con la vida de la mujer, intentó clavársela en el pecho y, al poner ésta el brazo izquierdo delante para evitarlo, le causó una herida y le clavó la navaja en el pecho. En ese momento acudió en auxilio de la mujer el amigo que la había acompañado, el cual volvió al vehículo y cogió una herramienta para quitar las ruedas. Al regresar, comprobó que el condenado continuaba golpeando a la mujer contra el suelo, tras lo que la dejó y huyó del lugar.
Como consecuencia de la agresión, la mujer sufrió diversas lesiones que sólo precisaron de una primera asistencia facultativa y tardaron en curar 21 días, de los que 10 fueron impeditivos. Así mismo, le quedaron secuelas estéticas mínimas.
La Sala entiende que existía ánimo de matar por parte del procesado, aunque no concurren las circunstancias que tornan el homicidio en asesinato, tal y como solicitaban las acusaciones, al considerar que no existió alevosía.
