Convoy.-Rambla afirma que "lo fácil" hubiera sido "dimitir, eludir responsabilidades" y dejar en otras manos lo sucedido

El portavoz del Consell, Vicente Rambla, aseguró hoy que "lo más fácil" tras producirse el accidente de Metrovalencia el pasado 3 de julio, en el que fallecieron 42 personas y otras 46 resultaron heridas, hubiera sido "dimitir por parte de alguien, eludir su responsabilidades y dejar" lo sucedido "en manos de quien no tenía ninguna capacidad de decisión y responsabilidad".

Así, señaló, durante la rueda de prensa que ofreció para informar de la reunión de la Comisión Interdepartamental creada para seguimiento del accidente, que "la necesaria responsabilidad por parte de todos exige estar al frente de cada una de las responsabilidades para ir conociendo y avanzando en todo lo que rodea a este accidente".

Valoró, de este modo, la "enorme responsabilidad de quienes están dando la cara todos los días, explicando la información de que se dispone y ofreciendo al conjunto de los ciudadanos toda la información". Al respecto, destacó que "lo que no se puede hacer" y "a lo que no estamos dispuestos" es a "dar más información de la que hay" e "inventarnos más información y alimentar un debate inexistente" sobre más datos de los que hay.

Al ser preguntado por las críticas hechas al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, por no comparecer en las Corts, sostuvo que éste ha estado "desde el primer minuto dando la cara, reuniéndose con las familias y sindicatos y visitando a los heridos".

El portavoz insistió en que el Consell "ha respondido a las demandas" con "transparencia" y apuntó que las explicaciones las ha de dar "quien tiene conocimiento exacto de la realidad", al tiempo que consideró que "hagamos lo que hagamos, hay gente a la que no le gusta". Dijo que si hablara el presidente, censurarían que "como no conoce el tema da respuestas vagas", y si lo hace el conseller --de Infraestructuras--, que Camps se esconde".

Rambla lamentó, asimismo, el "interés partidista" que se pueda hacer de este suceso y subrayó que el Gobierno valenciano seguirá trabajando en respecto a este asunto en la misma línea que hasta el momento y "en lo que más nos preocupa", según dijo, ofreciendo su apoyo "a las familias de los fallecidos y a los heridos, ofreciendo información puntual y rigurosa y garantizando la seguridad y la calidad de los servicios públicos".

"PRINCIPAL OBJETIVO"

Recordó que la atención a las familias afectadas y a los heridos ha sido el "principal objetivo" del Gobierno autonómico y de la Comisión Interdepartamental constituida tras el siniestro para que nadie quede "desamparado". Este grupo de trabajo lo integran Rambla, el vicepresidente del Ejecutivo, Víctor Campos, y los consellers de Justicia, Miguel Peralta; Infraestructuras y Transportes, José Ramón García Antón; Sanidad, Rafael Blasco; Hacienda, Gerardo Camps; Educación, Alejandro Font de Mora, y Bienestar Social, Alicia de Miguel. Estos tres últimos se han incorporado para dar una mayor atención a los afectados.

El también conseller de Relaciones Institucionales y Comunicación resaltó que el Consell ha estado en "permanente contacto", tanto telefónico como físico, con las familias de víctimas y heridos para atender sus necesidades. Indicó que "hay 41 familias --dos de los fallecidos, un matrimonio, pertenecía a la misma familia--, con 41 situaciones particulares a las que hay que dar respuesta".

Para ello, aseveró que además del apoyo psicológico que se está ofreciendo a los afectados, se mantendrá lo recogido en el decreto de ayudas aprobado tras el accidente y el "permanente contacto" para "agilizar todos los trámites necesarios". Rambla no quiso hablar de casos concretos "por respeto" y porque cada familia tiene "su particular drama". Agregó que no se puede comparar este siniestro con el de la Todolella porque se han producido en "dos ámbitos radicalmente distintos".

En este sentido, justificó la incorporación en la Comisión Interdepartamental de los responsables de Bienestar Social y Educación con el fin de poder internar en una residencia o prestar ayuda domiciliaria a alguna persona mayor que como consecuencia del accidente ha quedado sin atención o facilitar el cambio de colegio que requiera algún niño por las mismas razones.

"TRANSPARENCIA" y "USO PARTIDISTA"

Vicente Rambla manifestó que "también desde el primer momento", los responsables autonómicos han tenido el "claro compromiso" de ofrecer "información y transparencia" sobre el siniestro. Así, indicó que una semana después, "ya se ha celebrado en las Corts Valencianes un debate que ha puesto sobre la mesa todas las causas y toda la información de la que dispone el Gobierno" y resaltó que el Consell y el grupo parlamentario popular han mostrado su "interés" por contar con una comisión de investigación en la Cámara, que decidirán quienes comparecen ante ella para "dar información del accidente".

Por contra, lamentó que el PSPV busque "interés partidista" y "organizar una estrategia política" de lo sucedido. Se refirió así a la reunión mantenida hoy entre responsables y alcaldes "solo" de esta formación por cuyos municipios pasa la Línea 1 de metro y censuró que que se "siga hurgando sobre algo que ya ha habido debate político" y "aprovechando la tragedia a cualquier precio". Criticó que "antes nadie se acordaba de la L1 y que ahora se quiera "evidenciar" la falta de seguridad.

Asimismo, se refirió a las líneas de investigación abiertas en torno al suceso, la judicial y la de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV), donde el Comité de Seguridad en la Circulación --que se reunirá de nuevo mañana, recordó el portavoz-- "valora las necesidades en materia de seguridad" y apuntó la "coincidencia clara" en el "exceso de velocidad" como causa del siniestro. Dijo que en FGV "no hay una persona responsable de seguridad" sino este comité.

Vicente Rambla, que apuntó que se intenta que el tiempo de aplicación del Plan de Mejora de la L1, presentado antes del accidente", precisó, "se pueda acelerar", se mostró "sorprendido" por las palabras ayer del responsable de UGT, Rafael Recuenco, y se negó a "polemizar con cada una de las personas que salgan tratando se sembrar dudas". Agregó que tras el siniestro de Picanya, en septiembre de 2005, se adoptaron las medidas que entonces se determinó.