Ananda Dansa emprende en la Sala Russafa un viaje de hacía el optimismo con 'Desalmados'

Ananda DAnsa actúa en la Sala Russafa
SALA RUSSAFA
Europa Press C. Valenciana
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 22:23

VALENCIA 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

La danza regresará a Sala Russafa de Valencia, del 28 de noviembre al 1 de diciembre, de la mano de la compañía Ananda Dansa, Premio Nacional en 2006, que retoma uno de sus espectáculos fetiche, 'Desalmados'. Esta pieza fue creada en 2011 por los hermanos Edison y Rosángeles Valls para celebrar el trigésimo aniversario de la compañía valenciana y "es toda una declaración de intenciones sobre la época en que vivimos", informa el espacio cultural en un comunicado.

'Desalmados' narra la historia de unos personajes paralizados por el miedo y el desamor, pero con la necesidad de evolucionar hacia nuevos terrenos y sentimientos. En la interacción y comunicación con el otro encontrarán el camino para pasar, progresivamente, de la violencia a la armonía y de la hipocresía a la sinceridad.

Quienes se meten en la piel de estos seres sin alma son tres bailarines valencianos, reconocidos nacional e internacionalmente por su calidad artística y dilatada experiencia profesional. Ana Luján, premiada como la mejor bailarina de Inglaterra en 2003; Toni Aparisi, Premio Max al mejor bailarín y poseedor de números premios en la escena valenciana; y Julia Cambra, quien comienza a hacerse un hueco en los escenarios profesionales europeos, se reúnen sobre las tablas de Sala Russafa en una sensible coreografía que invita al cambio.

El baile se convierte en la manera de efectuar la metamorfosis, una transformación que se produce en la escenografía, el vestuario y el sonido a medida que la obra avanza. Partiendo de ritmos lentos, ropas oscuras y una escasa interacción, los personajes van evolucionando sin abandonar la escena.

El vestuario pasa de colores serenos, como el negro, gris o el marrón, a tonos vivos, como el rojo, azul y verde. La iluminación se va aclarando y los bailarines abandonan paulatinamente una coreografía rígida para adoptar movimientos cada vez más distendidos y abiertos que contagian paz, ilusión y valor entre los espectadores, testigos del tránsito de estos 'Desalmados' hacia el optimismo, explican desde la sala.

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