VALENCIA 5 Jun. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ha considerado este miércoles que "hay que dar una solución" al cristal que cubre parte del techo del Museo de l'Almoina, para evitar que el agua que hasta ahora había sobre él y que ella "nunca" quiso poner se filtre y dañe los restos. Esta salida debe pasar por seguir posibilitando la entrada de luz al recinto museográfico y que desde la calle se puedan ver parte de las ruinas que alberga.
"Lo que no es normal es que, sea por la causa que sea, se filtre el agua a las ruinas. Esto no puede ser", ha destacado Barberá, que ha indicado que ésta "no era la idea" que ella tenía cuando se abrió el museo y se pensó en cubrir parte de él con un cristal que luego se cubrió de agua siguiendo el criterio de los técnicos para evitar que se pisara y rayara. Ha subrayado que ella "nunca" quiso poner agua y que su idea era únicamente "poner un cristal y ya está".
Barberá ha realizado estas declaraciones tras inaugurar la 'Bio-Oficina Valencia', preguntada por la situación en la que se encuentra esa cubierta y los problemas que el agua estaba ocasionando en los restos. La primera edil, antes de entrar en la 'Bio-Oficina Valencia', situada en la Plaza de la Almoina, se ha acercado hasta la zona en la que se encuentra el museo para ver el cristal.
La alcaldesa ha indicado que, aunque hasta el momento no hay una solución definitiva, no le parece mal "la que en este momento está improvisada", según ha dicho, mantener "el cristal, que se vea la luz, y alrededor unos maceteros verdes que no solamente embellecen sino que ablandan un poco la dureza de la plaza". Ha recordado que éste ha sido un aspecto que ella "siempre ha criticado".
La responsable municipal ha indicado que aunque "por ahí puede venir la solución", se han de recibir "propuestas de los técnicos" y ver todo lo planteado. En este sentido, ha apuntado que la salida que se adopte ha de evitar que el cristal se pise y que algunas personas lo utilicen, con una "falta de civismo", para patinar sobre él como ha sucedido.
"No me disgusta la idea de la flor, nada, al revés y puede que en función de eso podamos obtener una respuesta clara", ha añadido a este respecto, a la vez que ha insistido en descartar el uso de agua. De este modo, el cristal quedaría rodeado de unos maceteros para evitar el acceso a él y se mantendría la entrada de luz al museo desde su superficie.
VER LA OPINIÓN DE LOS TÉCNICOS
Rita Barberá ha reiterado que en cualquier caso habrá que ver la opinión de los técnicos y determinar si lo que hay actualmente, con el agua, "está bien hecho o está mal hecho". "A mí el agua no me hace ninguna falta, lo que yo perseguía en el entorno estético y bello es que subieras arriba y pudieras ver las ruinas, esto era bonito", ha comentado.
"No podemos dejar que se filtre el agua, hay que evitarlo. Hay que elegir lo mejor. Lo bonito es que entre también luz. Vamos a hacer posible todo esto y evitar que la gente suba encima" del cristal para patinar, ha concluido.