Rafael Álvarez cambia el papel de juglar por el de actor con la obra 'El contrabajo', que se estrena en el Teatro Olympia de Valencia
VALENCIA, 28 Nov. (EUROPA PRESS) -
El popular intérprete Rafael Álvarez 'El Brujo' afirmó hoy que el teatro en España "se ha contagiado del mal gusto y la vulgaridad mediática de la televisión" y lamentó que los espectáculos "buenos" se hayan reducido a las instituciones públicas, aunque éste es un reducto "que se está empequeñeciendo", advirtió.
El actor realizó estas manifestaciones durante la presentación en Valencia del montaje 'El contrabajo', basado en un texto original de Patrick Süskind que se representará desde esta noche y hasta el próximo 9 de diciembre en el Teatro Olympia de la ciudad.
Interrogado por su opinión sobre la situación del teatro nacional, El Brujo se mostró crítico y aseguró que este arte está "infectado" por la "vulgaridad que desprenden los programas del corazón de la televisión".
Aún así, el actor aseguró sentirse "muy cómodo" y continuar "gozando" con el teatro, un género que, según subrayó, "me ha elegido a mí". "Yo voy donde me llaman y no rechazo el cine aunque sí desprecio a la televisión", dijo el artista, que matizó que "si me hiciera falta haría cualquier cosa, incluso 'Matrimoniadas'", dijo entre risas.
Álvarez se expresó en términos igualmente irónico acerca de la política teatral. En este sentido, recordó que la ex ministra de Cultura Carmen Calvo --a la que calificó como una "ministra exuberantemente rara entre lo vulgar y lo genial"-- "quiso dedicarse sobre todo al cine y a la moda" mientras que el actual titular del cargo, César Antonio Molina, es "un autor y a ese mundo tenderá", auguró. De todos modos, agregó que "es mejor que nadie se ocupe del teatro" ante la posibilidad de que pueda empeorarlo.
Sobre el espectáculo 'El contrabajo', que se presenta por primera vez en Valencia tras haber obtenido un gran éxito en las carteleras de Madrid y Barcelona, El Brujo destacó que se trata de un texto "bellísimo" de Patrick Süskind, el autor de 'El Perfume', en el que se abordan "los grandes problemas del siglo XX y XXI, que son la soledad, las relaciones de pareja y la monotonía del funcionariado".
COMEDIA DRAMÁTICA
El montaje, cuya versión ha corrido a cargo del propio Rafael Álvarez, está concebido como una "comedia dramática" en la que el artista abandona el papel de "cuenta historias" que tradicionalmente encarna en sus monólogos para meterse de lleno en la piel de un personaje solitario y aislado que vive con dificultades junto a un contrabajo de enorme tamaño que le impide tener relaciones con mujeres. "Cambio el papel de juglar por el del actor", resumió.
Pero al final de cada representación, El Brujo regala al público unos diez minutos de monólogo más en consonancia "con lo que la gente espera de mí", explicó. En este punto, Álvarez se congratuló de que, "después de muchos años de trabajo, he conseguido que la gente acuda al teatro a ver a El Brujo". No obstante, aseguró que no se siente un clásico "porque eso sería una pedantería", remachó.
Al contrario, este estatus hace que "tenga una enorme responsabilidad", dijo el actor, hasta el punto de que "si una obra no es buena o la cambio o no la hago". Este compromiso con sus seguidores ha provocado también que se encargue cada vez más de la escritura de los textos que interpreta.
Por último, el artista tuvo un recuerdo especial para el recientemente fallecido Fernando Fernán Gómez, quien "tocaba de dignidad todo lo que hacía" y para el que consideró que no hay relevo. "Después de la extinción del último dinosaurio no hubo nuevos dinosaurios", aseveró.