VALENCIA 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
La consellera de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, ha destacado que el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales (IVC+R) es un "referente nacional, europeo y mundial en la recuperación y puesta en valor de bienes culturales" que ha actuado "en más de 120 municipios de nuestra tierra", según ha informado la Generalitat en un comunicado.
Català ha realizado estas declaraciones durante la presentación de la restauración del retablo de San Miguel y Santa María Magdalena en la Colegiata de Santa María de Xàtiva (Valencia). En este sentido, ha asegurado que el IVC+R "es el primer organismo en materia de conservación y protección de la cultura valenciana".
Así mismo, la consellera ha asegurado que el "prestigio internacional del organismo es indudable" ya que ha impartido cursos a cerca de 1.380 alumnos de países como Alemania, Marruecos, Arabia Saudí, México, Francia o el Vaticano". Además ha firmado 17 convenios de colaboración con centros internacionales de referencia.
"Para la Generalitat supone una enorme satisfacción que las mejores instituciones de todo el mundo reclamen a nuestros trabajadores para impartir cursos de formación, ya que las técnicas que aplican son las más avanzadas".
UN RETABLO DE GRAN VALOR ARTÍSTICO
El Retablo de San Miguel y Santa María Magdalena de la Colegiata de Santa María de Xativa ha sido restaurado por el IVC+R gracias a la colaboración de la Diputación de Valencia.
"Posee un gran valor artístico e histórico ya que fue pintada a finales del Siglo XV o principios del XVI cuando el municipio era un gran centro de actividad cultural", ha agregado.
Asimsimo, ha explicado que durante el proceso de restauración, técnicos del IVC+R encontraron un suelo de baldosas de color verde debajo del suelo dorado del cuadro. Descubrieron así lo que se puede considerar como un arrepentimiento del pintor, o bien que el suelo fue cambiado a posteriori.
También es importante en esta obra los dorados de la estructura, puesto que presentan una "gran riqueza y variedad inusual en este tipo de retablos". Sin embargo, se encontraron pequeñas pérdidas en la talla que se tuvieron que reconstruir en madera del mismo tipo que el original y dorar con pan de oro de 23 kilates, ha apuntado.
"Una de las fases más complicadas" del proceso de restauración fue la reintegración cromática de las pérdidas de pintura de la parte inferior, la más deteriorada. Además, para reconstruir de forma discernible el demonio pisado por San Miguel se tuvieron que documentar con otras obras del pintor "con el objetivo de ser lo más próximo al estilo del maestro".