La publicación de las cartas del pintor a su amigo Gil Moreno y a su mujer quiere ser un "complemento" a la "admiración artística" por él
VALENCIA, 26 Mar. (EUROPA PRESS) -
Dos epistolarios del pintor valenciano Joaquín Sorolla, editados por la Generalitat, a través de la Conselleria de Cultura, y el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, muestran la personalidad y detalles de la vida del artista como su carácter y estados de ánimo, la relación con su mujer, Clotilde García del Castillo; el tipo de lienzos que buscaba para sus obras, cómo organizaba sus cuentas y aspectos relacionados con su religiosidad o algunos pensamientos políticos.
El primero de estos dos volúmenes, publicados por la editorial Anthropos dentro de la colección Teoría e Historia de las Artes, recoge la correspondencia, un total de 533 cartas, entre Joaquín Sorolla y Pedro Gil Moreno de Mora, uno de sus mejores amigos. Muchas de estas misivas hacen referencia a cuadros y a encargos que el pintor realizaba a su amigo para que le proporcionara lienzos y algunas están acompañadas de dibujos y bocetos.
Este primer trabajo ha sido coordinado por Sofía Barrón, Facundo Tomás y Felipe Garín, estos dos últimos estudiosos de la figura de Sorolla y comisarios de la exposición 'Visiones de España' de Bancaja con la que se ha llevado a Valencia la obra que este pintor realizó para la Hispanic Society de Nueva York.
Por otro lado, el segundo volumen reúne las cartas, un total de 601, que el artista remitió a su esposa entre 1912 y 1919, años que coinciden con la época en la que Sorolla elaboró los cuadros sobre las regiones españolas que le encargó la Hispanic Society of America. Este segundo volumen ha sido elaborado por Marina Moya y el nieto y la bisnieta de Sorolla Víctor Lorente Sorolla y Blanca Pons-Sorolla.
El secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, que presidió esta mañana la rueda de prensa en la que se presentaron estos dos libros, destacó la "importancia" que esta segunda recopilación tiene para conocer "la parte más humana del artista" a través de las cartas que enviaba a su mujer. Miró, que estuvo acompañado por Tomás, Garín, Lorente y Pons-Sorolla, comentó que la publicación de los epistolarios se enmarca en el objetivo del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana de "difundir el arte valenciano no sólo a través de las exposiciones sino también por medio de la investigación".
Valoró la "calidad" de la edición de estos dos trabajos e indicó que ambos son "una obra de una trascendencia crucial" para conocer al pintor porque "servirá para contextualizar la obra y la vida de Joaquín Sorolla. Asimismo, destacó que la idea de dar a conocer la correspondencia de este autor y presentarlos coincidiendo con la exhibición en Valencia de la muestra 'Visiones de España' organizada por Bancaja pretende ser un "respaldo", un complemento y un "reconocimiento" a la iniciativa de la entidad bancaria.
COMPLETAR.
Miró señaló que a la Conselleria de Cultura "no le ha pasado desapercibida la magnífica exposición de Bancaja" y que esta administración ha creído que éste era "el momento conveniente" para editar los epistolarios. Estimó que los dos libros servirán para "complementar la parte y la admiración artística de Sorolla" que se ofrece en 'Visiones de España', dado que con ellos se busca dar a conocer la otra cara del pintor, "la parte más humana, sus estados de ánimo, sus alegrías, decepciones. Igualmente, señaló que estos libros son también "un homenaje póstumo a dos personas que fueron fundamentales en la trayectoria de Sorolla y su obra", su amigo y su esposa.
El responsable autonómico explicó que el contenido del primer volumen, la correspondencia entre el pintor y su amigo Gil Moreno, proviene de las cartas adquiridas hace aproximadamente un año por el Consorci de Museus y expuestas ya en una muestra sobre el artista que tuvo lugar hace un año en Valencia. Por otro lado, agradeció la colaboración de la Fundación Museo Sorolla para facilitar las cartas entre Joaquín Sorolla y Clotilde, que son de su propiedad, y hacer posible la edición del segundo volumen.
Por su lado, Felipe Garín resaltó que en la portada de ambos trabajos, que se completan con fotografías familiares y con reproducciones de cuadros, se ha querido mostrar sendos autorretratos del autor valenciano, y avanzó que existe la "intención" de completar estos libros con otros y más cartas. Manifestó que los dos epistolarios constituyen "un mar sin fondo de información" sobre Joaquín Sorolla y "verdaderos documentos al alcance de la mano" que dan "una visión más amplia" de este valenciano.
Avanzó que a través de la correspondencia se conocen datos sobre los cuadros de este artista, de los lienzos que compraba para pintarlos, de las "dificultades técnicas" para crear sus cuadros, de sus casas, así como que era un hombre "muy culto", "un pintor rápido que pintaba por placer" y que se dedicó también a estudiar a otros autores como a Zurbarán y Murillo durante su estancia en Sevilla, o a Velázquez en Madrid. Asimismo, apuntó que las cartas revelan que Sorolla era una persona con una gran "meticulosidad económica" y "con un sistema económico muy trabado", "muy trabajador y con mucho control" de sus cuentas y del pago que debían hacerle quienes compraban sus obras.
Facundo Tomás, que agradeció el apoyo de las instituciones y entidades valencianas a Joaquín Sorolla, subrayó, por otra parte, que estos epistolarios además de descubrir "aspectos íntimos" de este personaje y de su profesión, indican que fue un hombre que "escribió mucho, con soltura y con mucha gracia" aunque con alguna "incorrección" en castellano "propias del valenciano", dijo. Afirmó que elaborar estos dos libros ha sido "un trabajo enorme y absorbente" porque se ha tenido que "leer mucho y transcribir las cartas de su letra original", lo que ha dado lugar a muchas notas a pie de página para hacer comentarios sobre palabras que podían darse a confusión, aseveró.
SIN CENSURA.
Tomás agregó que también ha habido algunas dificultades para fechar algunas cartas y apuntó que las misivas reflejan que Sorolla tenía un sentimiento "muy religioso, más que su mujer" y alusiones políticas referidas a Blasco Ibáñez, así como la evolución del pintor desde el republicanismo federalista de su juventud a su admiración por Alfonso XIII.
Por su lado, el nieto de Sorolla destacó que en la publicación de las cartas "no se ha censurado nada, ni las opiniones que podrían molestar" y que "se han reproducido tal cual". Señaló que el pintor "no era muy políticamente correcto y que decía siempre lo que pensaba" y que con el epistolario se le podrá conocer "por lo bueno y lo malo" y "entender su pintura". Destacó también el "amor" entre sus abuelos. Asimismo, Blanca Pons-Sorolla consideró que leer las cartas de su bisabuelo servirá para "sentir y pensar como él" al estar ante sus cuadros, además de descubrir que era una persona "apasionada" que no escondía sus sentimientos.
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