Cultura.- El IVM recupera las partituras de Joaquín Nicolás y Antonio Ximénez Brufal, compostiores alicantinos del XVIII

Actualizado: domingo, 22 febrero 2009 17:02

VALENCIA, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Institut Valencià de la Música, a través de la editorial Tritó, ha publicado doce partituras de los hermanos Joaquín Nicolás y Antonio Ximénez Brufal, compositores alicantinos del siglo XVIII. El musicólogo Miguel Ángel Picó Pascual se ha encargado de su edición, según informó hoy la Generalitat en un comunicado.

Ambos compositores difundieron su música por Londres y París durante la segunda mitad del SXVIII, pero su obra ha tenido escasa difusión en los últimos 200 años. Las composiciones que ahora se recuperan son seis sonatas para violín y bajo, así como tres tríos para guitarra, violín y bajo de Joaquín Nicolás. Por su parte, de Antonio Ximénez Brufal se ofrecen tres sonatas para violín y bajo.

El violinista y compositor Joaquín Nicolás tuvo una vida "muy itinerante y llena de éxitos, aunque apenas dejó huella en la historia musical española". Desde sus inicios, estuvo ligado a la capilla de San Nicolás de Alicante, donde suplió las ausencias del primer y segundo violinista.

Más tarde, se trasladó a Londres, donde se reunían grandes compositores como Johann Sebastian Bach y Carl Friedrich Abel. En esta ciudad, la prestigiosa imprenta Welcker publicó su obra hacia 1772. Asimismo, ofreció diversos conciertos en los auditorios más prestigiosos, entre ellos los Oratorios Reales.

El responsable de la edición de esta colección de partituras, Miguel Ángel Picó, vincula a Nicolás con la Escuela de Mannheim y afirma que su estilo "hace gala de la máxima perfección clásica". Para ello, sigue los patrones más empleados en la época: sonata, lied, minueto y rondó.

ANTONIO XIMÉNEZ

Por lo que se refiere a Antonio Ximénez, compatibilizó su puesto en la capilla con la enseñanza de diversos instrumentos y con la composición de música de cámara ligera. Alrededor de 1789, publicó en París sus tres sonatas para violín, obras que tuvieron un éxito notable, además de otras composiciones difundidas en Madrid.

Para completar sus ingresos, también participó en representaciones operísticas de una compañía italiana que organizaba una gira por España. Esta actividad le proporcionó fama, hasta el punto de ser fichado en la corte de Carlos III, con su ingreso en los Reales Sitios.

Según indicó Miguel Ángel Picó, las composiciones de Antonio "son de textura muy clara y siguen el estilo clásico, propio de lo que se estaba produciendo en el ámbito centroeuropeo". "El autor concentra todo su interés melódico en el violín, mientras que el acompañamiento se concibe como mero sostén", concluyó Picó.