ALICANTE, 7 May. (EUROPA PRESS) -
La consellera de Cultura y Deporte, Trini Miró, ha valorado este sábado las obras de rehabilitación que se llevan a cabo en la Iglesia de San Jaime y Santa Ana de Benidorm (Alicante) y ha defendido que suponen "una apuesta decidida por preservar el patrimonio alicantino y favorecer la puesta en valor turístico de este patrimonio-artístico-religioso".
Según ha informado la Generalitat, así lo ha señalado durante su visita a los trabajos, en la que ha subrayado "el carácter singular y emblemático que la Iglesia de San Jaime posee no sólo por encontrarse enclavado en pleno corazón del casco histórico, sino por ser un edificio referencial para todos los vecinos de la ciudad de Benidorm debido a su gran valor emotivo, devocional y artístico-patrimonial"*.
Es más, ha apuntado que esa trascendencia la ha llevado a ser declarada Bien de Relevancia Local, dentro de los parámetros de la modificación de la Ley de Patrimonio Cultural Valenciano.
La consellera ha recibido del párroco un diploma que acredita su contribución a la restauración de la iglesia y, como muestra de esa aportación, se ha puesto su nombre en una teja de la cúpula al igual que se realiza con los fieles que realizan una contribución para la rehabilitación de la cúpula.
La Iglesia de San Jaime y Santa Ana de Benidorm se encuentra ya sumida en la última fase de su rehabilitación, que cambiará por completo la primera vista del edificio religioso más emblemático y con mayor tradición de la ciudad.
Según las mismas fuentes, los trabajos están financiados por la Generalitat con un presupuesto de 286.338 euros.
La reforma exterior del templo constituye la tercera y última fase de un ambicioso proyecto aprobado en el año 2004, que se inició con el arreglo de estructuras y cubiertas para evitar las humedades y filtraciones de agua, así como con la mejora de la impermeabilización y aislamiento térmico.
La segunda fase, ejecutada entre junio de 2007 y marzo de 2008, se centró en la rehabilitación integral del interior del edificio. El presupuesto de las obras, que asciende a 960.000 euros, ha sido sufragado a partes iguales por la Generalitat, el Ayuntamiento y la parroquia. En concreto, la Conselleria invirtió 312.879 euros.
