Nits d'Aielo i Art recupera a los "exiliados" culturales y ofrece un "contrapunto sonoro" a las Fallas

Llorenç Barber Y Antonio Martínez
TATO BAEZA
Actualizado: miércoles, 7 marzo 2012 18:42

VALENCIA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

Unos 80 creadores llenaran de música experimental diferentes rincones de la ciudad de Valencia en la 15 edición del Festival Nits d'Aielo i Art, que se desarrollan desde este jueves y hasta el próximo 16 de marzo para ofrecer un "contrapunto sonoro" a las Fallas que se celebran estos días en la capital del Turia y recuperar a los artistas que han tenido que "exiliarse" voluntariamente.

Concebido como un "ejercicio de pedagogía musical y artística ciudadana" el certamen contará con decenas de participantes entre músicos y artistas sonoros en escenarios como la Sala SGAE, la Estación Colón de Metro Valencia, el Sporting Club Russafa y El Cant del Cantó, ha explicado el compositor y director del evento, Llorenç Barber, durante una rueda de prensa en la sede valenciana de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), ha informado esta entidad en un comunicado.

Nits d'Aielo i Art brindará de este modo "un perfecto contrapunto sonoro y cultural a las Fallas de Valencia". "Es otra forma, sin duda, de entender la fiesta", ha añadido, por su parte, Antonio Martínez, coordinador de la SGAE en la Comunidad Valenciana, entidad que ha apoyado al festival desde sus inicios.

El exilio es el hilo conductor de esta edición del festival. O, más concretamente, de aquellos creadores sonoros valencianos que han optado por exiliarse voluntariamente de su ciudad "para poder sobrevivir", según Barber. "Son músicos, como Ricardo Llorca o Ricardo Climent, entre muchos otros, que vendrán a mostrar sus creaciones, a contar sus historias y a explicar, en definitiva, por qué tuvieron que exiliarse de Valencia para seguir trabajando".

Pese a todo, "no hay que caer en el negativismo más absoluto. Muy al contrario, éste es un festival de imaginación y así hay que celebrarlo", ha abogado.

CONGRESO

A las propuestas sonoras propias del festival --"un batiburrillo de proyectos de lo más dispares, como la música de juguete, el rock progresivo, el krautrock, la poesía sonora, el paisajismo sonoro o las instalaciones, por ejemplo", enumera Llorenç Barber--, se suma este año un congreso, bajo el lema de '100 años de arte sonoro valenciano o de la Valencia y su modernidad trabada'.

El congreso se estructura en once mesas redondas que pretende "descubrir una Valencia desconocida, que, además, nadie ha querido jamás explicar". "Hay que releer la historia musical de esta ciudad", señala el director de Nits d'Aielo i Art, para después matizar: "El sinfonismo es la 'gran calle', donde, sin duda, han ocurrido las cosas más grandes e importantes de la historia de la música. Pero hay otros caminos donde también ocurren cosas: el futurismo está más vivo en la actualidad que Schubert, por ejemplo. Y, desde luego, el sonido de la calle puede ser mucho más interesante que un concierto de Brahms".

En esta línea, durante la última sesión de conciertos del festival, que tendrá lugar el 16 de marzo en la Sala SGAE, se entregará el quinto Premio Cura Castillejo, que este año se otorgará a Miguel Molina, director del Laboratorio de Creaciones Intermedia y subdirector de Investigación del departamento de Escultura de la Universidad Politécnica de Valencia, quien "está contribuyendo a reescribir estos últimos cien años de la historia de la música valenciana", según Barber.