VALENCIA, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Teatro Talia de Valencia pone en escena hasta el próximo 10 de noviembre 'El diario de Adán y Eva', texto teatral basado en el relato de Mark Twain, en versión de Blanca Oteyza, Miguel Ángel Solá y Manuel González, representada por Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo y que tiene el público como "tercer protagonista" ya que cada uno de los espectadores concibe "una versión distinta de este canto al amor".
Ana Milán y Fernando Guillén Cuervo han ofrecido este miércoles una rueda de prensa para presentar esta nueva puesta en escena de uno de los mayores éxitos del teatro en castellano. En ella se aborda el amor, sentimientos, complicidad, emociones, y felicidad de una pareja a lo largo de los años.
En esta readaptación del clásico, el drama se traslada a dos momentos de la Historia de España: un estudio de radio de finales de los años 60 y a la actualidad con un montaje "refrescado". Este escenario permite dar un homenaje continúo a la voz y a los locutores de la radio de esa época dorada.
Ana Milán ha constatado "el gran reto" que supone mantener la tensión dramática durante 1.35 horas en dos atriles de radio y en una mesa sin "aburrir". Sin embargo, destaca, es "una historia que tiene tanto y se desvela tan a poco a poco que el espectador siempre quiere saber más".
En ese sentido, ha destacado que se trata de una función "exquisita" en la que, a diferencia de los relatos actuales, "no hay ni una palabra agresiva, sino trata del amor a través del tiempo que Felipe y Manuela consiguen que no se envenene, sino que se mantenga intacto, puro y limpio" en "esta combinación explosiva de risa y llanto".
Milán ha desvelado que se trata "de un canto de amor como pocas veces se ha visto" y de hecho ha recalcado: "para mí ha sido la experiencia más mágica que he tenido en toda vida". Del mismo modo, ha confirmado que cada espectador "se lleva un diario de Adán y Eva a casa, que es suyo y que no le pertenece a nadie más".
Por ello, ha reconocido que no podría hacer esta obra "sin estar enamorada" y ha narrado cómo su actuación "destila la complicidad" que le proporciona su pareja en escena, a quien ha llegado incluso a "perdonarle en mitad representación". "Creo en dos cosas: en el amor y en el ibuprofeno porque tienen un efecto inmediato". "Estoy casi de acuerdo, pero yo creo en la aspirina", ironiza Guillén Cuervo.
Lo cierto, apunta, es que el espectador "experimenta un muy alto grado emocional" porque redescubre "al hombre y la mujer primigenio que todos llevamos dentro". Por ello, han puesto a disposición del público un libro a la salida de la sala para que plasmen sus visiones ante la gran cantidad de notas que recibían.
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