VALENCIA, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM) acoge en la Sala de La Muralla, desde hoy y hasta el próximo 27 de junio, una exposición donde el artista Ximo Lizana plasma su visión futurista del ser humano a través de una obra en la que se pueden ver imágenes y robots en las que se "relaciona al hombre y la máquina", según señaló el propio artista.
Lizana, que presentó hoy el montaje en una rueda de prensa en la que también estuvieron presentes la directora de Área Técnico-artística del IVAM, Raquel Gutiérrez; el director Administrativo y Recursos del Instituto Valenciano de Finanzas, entidad que patrocina la muestra, Francisco Sanz; y el comisario de la exposición, Ángel Kalemberg; señaló que por medio de sus creaciones transmite sus "ideas, sus inquietudes de creación, un tipo de estética personal y una manera de entender el arte contemporáneo".
La exposición, que reúne más de 10 años de creación artística del autor y está compuesta por 35 obras entre fotografías y robots; traslada el "universo interior" de Lizano a través de la "imagen de síntesis, la realidad virtual y el 3D", señaló el autor, quien subrayó que este montaje "no se mueve en el terreno técnico, sino en el conceptual, el transmitir las ideas".
En el conjunto de la obra de Lizama se pueden encontrar resonancias a los mitos propios de la cultura ciberpunk, y las personas y las amenazas del posthumanismo, fundado en las posibilidades de manipular el futuro de la especie humana bajo el potencial de la biotecnología y la informática.
El universo conceptual del artista analiza la relación entre personas y máquinas desde un punto de vista protésico y de implementación que forma parte de un entorno social masificado e industrial donde la figura del ciborg y el androide forman parte de lo cotidiano, y la máquina ejerce una función amplificadora de lo humano, de manera que suple las barreras impuestas por las limitaciones orgánicas.
En este sentido, señaló que con las técnicas tradicionales para la creación artística había un "salto muy grande" entre la "realidad que pensaba" y lo que al final "plasmaba" y mantuvo que con los nuevos avances, el "único límite" del arte es la "imaginación". Lizano explicó como ejemplo uno de sus montajes en el que se puede ver a un "gato flotando en el aire y a un robot que le alimenta", mientras que en realidad "nada existe" ya que es "todo geometría que sale de la mente y se sintetiza por el ordenador".
En esta misma línea, destacó que lo "bonito" del arte tecnológico es que "no corrompe, deprava, ni modifica" lo "más importante" del artista, la idea, y además, añadió que, "si se estropea" la obra, "como está en digital y binario" se puede reconstruir "fácilmente".
ARTE FRENTE ARTESANÍA
Al respecto, resaltó que ésta nueva manera de confección artística representa el "triunfo del arte ante la artesanía, y de las ideas sobre las representaciones de objetos o las repeticiones de fórmulas estéticas que en muchos casos están saturadas" y aseguró que el arte tecnológico posibilita un "universo de creación infinito".
Lizama, señaló que por el "ritmo del mercado", que obliga a "vender la obras a medida que se van creando, nunca había reunido un número tan grande de sus piezas" en un museo. Asimismo, señaló que el arte contemporáneo vive un momento "turbulento" que hace difícil el poder hacer una exposición conjunta, por lo que se mostró "muy satisfecho" ante esta oportunidad.
