FAPA critica el "incumplimiento" de la normativa de transporte escolar y que Educación no ha adaptado un decreto de 2001

VALENCIA 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos de la Provincia de Valencia (FAPA Valencia) denunció hoy que el transporte escolar en la Comunitat "no cumple la normativa" de lo que culpó a la Conselleria de Educación por no haber adaptado al ámbito autonómico la legislación estatal en esta materia, un Real Decreto vigente desde 2001. La consecuencia de esta "falta de previsión" de la Administración valenciana es la "desorganización en un tema que afecta a la seguridad de nuestros hijos", aseguró la presidenta del colectivo, Gemma Piqué, que subrayó que la federación ha detectado "incumplimientos" de esta norma como la ausencia de monitores en los autobuses o de cinturones y sillas protectoras.

Piqué realizó estas declaraciones en una rueda de prensa convocada por la organización para valorar el inicio de curso en Secundaria, que Piqué calificó de "atropellado" debido a que la Conselleria ha preferido "hacerlo todo deprisa y corriendo en vez de ponerse las pilas y preparar las clases con tiempo". De este modo, "comenzamos otra vez el curso como todos los años, hablando de cosas que no se han hecho a su hora", lamentó.

Entre los principales "problemas" detectados por FAPA, Piqué hizo hincapié en el transporte escolar, "que no cumple la normativa", insistió. Así, explicó que existe un Real Decreto de Transportes por Carretera de 27 de abril de 2001 que establece, entre otras cuestiones, la obligatoriedad de acompañantes para los menores, que la duración del viaje no supere la hora y el uso de cinturón de seguridad homologados en los asientos enfrentados a pasillos cuando estén ocupados por menores de 16 años.

Asimismo, la Disposición transitoria tercera determina que la "implantación total" de estas medidas debía ser realidad en el presente curso 2007-2008. Aún así, la Conselleria de Educación "lo único que ha hecho es aprobar una resolución de 15 de mayo de 20007" sobre el transporte, aseveró la responsable de la organización.

No obstante, Gemma Piqué aseguró que FAPA ha constatado incumplimientos de la ley, entre los que destacó el caso del IES Laurona de Llíria (Valencia), donde los alumnos viajan en el autobús escolar sin el preceptivo monitor. Cuando la federación se ha puesto en contacto con el centro para conocer la razón, "el responsable de transporte nos ha contestado que no necesitan acompañante porque no son estudiantes conflictivos". "Pero es que no queremos policías, sino que se cumpla la ley", sentenció la presidenta de FAPA.

Asimismo, recordó que FAPA ha mantenido ya diversas reuniones en las que se pidió a la Conselleria de Educación mejorar, incluso, el Real Decreto, con cuestiones como que el cartel indicador del autobús sea luminoso, al igual que los indicativos de las escaleras; que los niños bajen y suban sólo por la parte delantera, o que se garantice que los más pequeños van sentados en los asientos elevadores al igual que en los turismos particulares. Sin embargo, "los niños van en asientos normales, sin cinturón y, en ocasiones, los recorridos duran más de una hora", argumentó.

La federación criticó igualmente el "conflicto" que se ha producido en este principio de curso a causa de que "parece ser que la Conselleria ha empleado a una nueva contrata de transporte y la firmó el día 6 de septiembre, un día antes de que empezara la escuela". Esta actuación "de última hora" provocó que alumnos del IES Pobla de Vallbona (Valencia) se subieran a un autobús de la antigua empresa adjudicataria del que, posteriormente, "se tuvieron que bajar en medio de la carretera para ir al nuevo". "La problemática del transporte ha sido durísima" y el resultado es que "nuestros hijos han estado secuestrados", dijo.

AUSENCIA PROFESORES

Además, en ese mismo centro educativo faltan cuatro maestros que hoy no se habían incorporado a su puesto escolar y se ha aumentado la cantidad de alumnos por clase para "no tener que instalar barracones". También otros institutos presentan problemas, como el IES de Riba-roja (Valencia), "que espera desde 2001 que se cubra una plaza de administrativo", aseguró Piqué.

Otra de las reivindicaciones de FAFA en el nivel de Secundaria es que la Conselleria catalogue lingüísticamente los puestos de trabajo de los maestros que han de impartir las clases en valenciano, ya que, "mientras no se haga esto las líneas en valenciano en Secundaria son una mentira", subrayaron. En este punto, Gemma Piqué aseguró que hay profesores que no dominan la lengua vernácula e, "incluso, que utilizan para la asignatura libros en castellano".

Desde FAPA insistieron además en la necesidad de que todos los institutos tengan comedor "y no una cantina con bocadillos", apuntó Piqué, que criticó que la Generalitat "acabe de editar un librito muy mono sobre nutrición y después no se asegure este servicio en los centros". Por tanto, la federación reclama que se habiliten comedores en los edificios antiguos y que todos los de nueva construcción incluyan un comedor.

También reprocharon que en algunos institutos las aulas no son de los alumnos sino de los profesores y, por tanto, los estudiantes se ven forzados a ir "rotando" de clase en clase. Esta situación impide a los jóvenes "tener un aula estable donde hacer su trabajo y complica la tarea de inculcarles el respeto y la responsabilidad de cuidar las cosas", declaró Piqué.

Sobre las tutorías, FAPA propone una nueva modalidad de relación entre el profesor, los alumnos y los padres basada en una mayor información. Asimismo, Piqué hizo un llamamiento a los progenitores para que "vayan a la escuela y se impliquen en todas las actividades de sus hijos, porque los adolescentes nos necesitan más que los niños de Primaria".

Finalmente, el colectivo reclamó a aquellos que están en contra de Educación para la ciudadanía "que expliquen el por qué" y recalcó que esta materia "no incluye nada que ataque a la moral". Asimismo, pidió que Religión no se imparta en horario lectivo y recordó que en los primeros cursos de Secundaria el 28 por ciento estudia esta asignatura, un porcentaje que baja al 22 por ciento en Bachillerato.