El IVAM presenta la restauración integral de la muralla y la intervención arquitectónica de la sala Pinazo - MIGUEL LORENZO/GVA
VALNCIA, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
La muralla medieval conservada en el Institut Valenci d'Art Modern (IVAM) ha completado su proceso de restauración integral, al que se le ha sometido por primera vez en los 35 años de vida del museo, antes de la reapertura al público de la sala Pinazo que la alberga el próximo 25 de abril tras más de dos años cerrada.
Este espacio estrena una "ventana inversa" para contemplar los restos arqueológicos de este tramo del muro defensivo de Valncia, que data del siglo XIV, tanto de fuera hacia adentro como de dentro afuera, dando la sensación de que "la muralla continúa". Además, el acceso a la sala se ha mejorado para que sea "mucho más digno" y la iluminación se ha actualizado para contemplar mejor las obras.
La presentación ha corrido a cargo de la directora adjunta del IVAM, Sonia Martínez, junto al equipo de arquitectos coordinadores del proyecto, Laura Mantecón y Sergio Estruch de El Fabricante de Espheras, y los arqueólogos José Ferrandis y Antonio Sáez.
Se trata de una intervención que ha permitido arrojar luz sobre la construcción de la muralla defensiva de Valncia, de la que el IVAM conserva una parte de 80 metros de largo de los cinco kilómetros que llegó a tener. Alcanzó hasta ocho metros de altura, mientras ahora el tramo mejor conservado llega a dos metros.
"Durante estos 35 años, la muralla ha estado aquí, pero no se ha hecho una intervención como se requería", ha señalado el arqueólogo José Ferrandis, quien ha asegurado que "en toda Valncia no hay un elemento arqueológico expuesto con esta calidad y con estas características".
Entre ellas sobresale su dureza y resistencia, ya que se ubicaba en un punto muy vulnerable a posibles desbordamientos del río Turia, y la técnica de la tapia valenciana que permitió que se mantuviera hasta el siglo XIX.
Respecto al papel defensivo de la muralla, los arqueólogos creen que sirvió para salvar a Valncia de los asedios de las tropas castellanas durante la guerra entre Aragón y Castilla.
RESTOS DE CERÁMICA DEL SIGLO XI
La restauración comenzó con una excavación "inédita" en la rampa de acceso a la sala, donde han aflorado fragmentos de cerámica taifa del siglo XI y restos arquitectónicos de los edificios que se construyeron en el espacio que dejó la muralla tras su derribo en los años 80, como pavimentos, pilares o muros. Estos restos se someterán a un proceso de estudio, aunque "probablemente" procedan del cercano centro cultural La Beneficncia cuando se dedicaba a otros usos.
En una segunda fase se realizó una excavación intramuros. Hasta ahora, las únicas investigaciones sobre la muralla fueron realizadas coincidiendo con la construcción del IVAM entre 1985 y 1987, y se realizaron únicamente de manera parcial y extramuros.
La última etapa consistió en el limpiado de todo el muro, con la eliminación de elementos impropios, la restauración de los que presentaban un estado deficitario y la realización de puntuales reconstrucciones de elementos perdidos y en mal estado para su puesta en valor.
También se han puesto en valor las técnicas constructivas de mechinales/agujales que atravesaban el muro para una correcta lectura histórica-constructiva, sacando a la luz la cimentación en el extremo norte y marcando en la sección anexa su forma de construir. Como colofón, se ha realizado una iluminación específica para resaltar estos elementos.
NUEVA RAMPA Y PENDIENTES DE EVACUACIÓN DE AGUA
Los trabajos en la sala, que albergará una nueva exposición sobre el pintor valenciano Ignacio Pinazo el próximo 25 de abril, han permitido mejorar su accesibilidad tanto desde el exterior como desde el interior. En concreto, se ha eliminado el muro exterior, se ha ampliado la rampa y se ha abierto una gran ventana arqueológica en la fachada para permitir la visibilidad de la muralla desde fuera.
"Se ha modificado el abrupto acceso con una nueva rampa de pendiente inferior al 6%, con el objetivo de hacer del IVAM un espacio universalmente accesible para no discriminar a ninguna persona que pudiera hacer uso del museo", ha explicado la arquitecta Laura Mantecón, destacando la mejora de la transición entre la calle y la sala Pinazo.
En paralelo, se han solucionado los problemas de impermeabilización que se detectaron en la sala, para lo que se ha levantado parte del pavimento de la plataforma de acceso y se han formado nuevas pendientes de evacuación del agua de lluvia hacia el exterior.
Los arquitectos han realizado pruebas para comprobar que estos problemas no se repitan. "Si había, no lo sabemos, pero ya no tiene por qué haber", ha indicado Sergio Estruch.
RECORRIDO CIRCULAR HASTA LA "HUELLA" DE LA MURALLA
Dentro de la sala, se ha recuperado la circularidad en el recorrido expositivo, junto a una mejora de la evacuación y la actualización de las instalaciones de iluminación y climatización para mejorar las condiciones de conservación y visibilidad de las obras expuestas. En el tramo final se ha cambiado el pavimento para marcar "la huella de la expansión de la muralla".
Todos estos trabajos forman parte del plan director de inversiones del IVAM, que marcó el inicio de una serie de reformas tácticas para actualizar el edificio tras más de treinta años desde su inauguración en 1989. "Este edificio requiere un poco de cariño", ha comentado la directora adjunta.
El plan incluye obras finalizadas como la recuperación del vestíbulo de entrada como plaza pública, la renovación de la cafetería, la apertura de una nueva tienda y librería y la reforma de los 'labs' en un gran espacio de 500 metros cuadrados para adecuar y mejorar la oferta cultural y educativa.