VALENCIA, 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha acometido este viernes su segunda remodelación del Consell en la que ha dejado fuera a cuatro consellers que procedían de la etapa de su predecesor, Francisco Camps. Esta crisis de gobierno se produce una semana después de que José Manuel Vela dimitiera como conseller de Hacienda y Administración Pública, horas antes de ser imputado por la supuesta filtración de un informe de la Intervención General sobre el 'caso de Cooperación' al diputado del PP, imputado en esta causa, Rafael Blasco.
Fabra ha anunciado la remodelación este viernes, en el puente de la Constitución, durante la rueda de prensa posterior a la reunión del pleno del Gobierno valenciano, que pasa de 10 a 8 consellerias. La primera crisis de gobierno de Fabra se produjo el 30 de diciembre de 2011 con motivo de la salida de su vicepresidenta y portavoz, Paula Sánchez de León, para dirigir la Delegación del Gobierno en la Comunitat. Entonces ocupó su cargó José Císcar y aprovechó para entregar la Conselleria de Educación, Formación y Empleo, que desempeñaba el propio Císcar, a María José Catalá
El presidente de la Generalitat ha negado que la dimisión de Vela haya sido el detonante de esta crisis de gobierno, que ha atribuido a un cambio en las circunstancias económicas. Así, ha asegurado que "poco tiene que ver la renuncia de Vela" en esta decisión y ha argumentado que "no sólo se ha producido" en la Conselleria de Hacienda, sino que el planteamiento ha sido "mucho más ambicioso".
Fabra ha resaltado lo "poco" que le ha costado encontrar personas dispuestas a entrar en este gobierno en un momento en que los políticos no están bien valorados, al tiempo que ha resaltado que los nuevos consellers renuncian "a parte de su sueldo y a la comodidad" para "comprometerse con los demás".
NUEVAS CARAS
Paras las caras nuevas del Consell, el presidente Fabra ha optado por un perfil técnico, al tiempo que ha asegurado que cuenta "con los mejores". Se trata de Juan Carlos Moragues, delegado de la Agencia Tributaria en Castellón, que se encargará de la Conselleria de Hacienda y Administración Pública; Manuel Llombart, director general de la Fundación IVO, que tomará las riendas de la Conselleria de Sanidad; y Asunción Sánchez Zaplana, que pasará de dirigir los asuntos sociales del Ayuntamiento de Alicante a los de la Generalitat --siendo el único aporte del PP a esta remodelación--.
Los nuevos consellers tienen el reto de hacer cumplir el presupuesto de la Generalitat para 2013, que cae un 9,08 por ciento con respecto al ejercicio anterior, que ya está elaborado y en tramitación parlamentaria para su aprobación en dos semanas. Unas cuentas configuradas para tratar de cumplir con el objetivo del déficit, el 0,7 por ciento. En este sentido, Fabra ha insistido en que el nuevo Consell va a trabajar en un contexto en el que "podemos tener confianza en el futuro" porque 2013 será un año "de inflexión".
Con este cambio de gobierno, Fabra ha dejado fuera del Consell a varios cargos del Ejecutivo de Camps, que dimitió el 21 de julio de 2011 por la apertura del juicio oral por el conocido como caso de los trajes, del que luego fue declarado no culpable. Sobre los que se van, Fabra ha indicado que a algunos "no les habrá hecho mucha gracia", pero "son conscientes de que en la actividad política, igual que te nombran, dan paso a otras personas".
Así, dejan su cargo Lola Johnson, que ocupaba la cartera de Turismo, Cultura y Deporte; Jorge Cabré, en Justicia y Bienestar Social; Luis Rosado, en Sanidad; y Maritina Hernández, en Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua.
MÁS PESO
Sin embargo, permanecen de la época del ejecutivo de Francisco Camps y con peso en el Gobierno, José Císcar, que a la Vicepresidencia y Portavocía añade las competencias de Agricultura y Agua; Isabel Bonig, que permanece en Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente; y Serafín Castellano que, además de Gobernación, se ocupará de Justicia.
De Castellano, el jefe del Consell ha señalado que, ante la asunción de nuevas competencias en el Gobierno valenciano que tiene que compaginar con la Secretaría General del PPCV, debe contar con los presidentes provinciales, como es el caso de Alfonso Rus, cuya candidata, Mari Carmen Contelles, se impuso por un voto al de Castellano, Miguel Espinosa, en el congreso del PP del Camp de Túria.
