Presentación del informe ‘Gestión de residuos tras inundaciones: tratamientos, riesgos y retos futuros’, - NATURGY
VALÈNCIA 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
La gestión de los residuos supuso uno de los mayores retos operativos tras la dana del pasado 29 de octubre, con más de un millón de toneladas generadas en una sola noche, y continúa siendo una pieza central en la recuperación, ya que las obras de reconstrucción generan 70 toneladas diarias de escombros. Además, ha dejado lecciones de futuro como la necesidad de contar con planes de residuos ante catástrofes y de incluir a expertos del ámbito en los equipos que lideran las emergencias.
Estas son algunas de las conclusiones del informe 'Gestión de residuos tras inundaciones: tratamientos, riesgos y retos futuros', elaborado por el centro de investigación PRINS de la Universitat Politècnica de València. Este estudio se enmarca en el programa de Fundación Naturgy 'Sumando Energías por Valencia'.
El director del PRINS y autor del informe, Miguel Ángel Artacho, ha explicado que "las inundaciones generan una cantidad brutal de residuos que multiplica entre 5 y 15 veces lo que se produce de forma normal en un año en las zonas afectadas". "Se trata de una mezcla de residuos muy heterogénea que complica muchísimo el tratamiento", ha indicado. Los costes de la gestión de residuos pueden llegar a suponer hasta un tercio del total del presupuesto que se destina a superar una emergencia.
Artacho, en base a los estudios publicados en los últimos años, ha afirmado que "la mejor forma de afrontar los riesgos a los que se ve sometido un sistema de gestión de residuos es elaborar un plan previo" ante catástrofes, porque "la gestión de residuos supone el principal riesgo al que hay que hacer frente".
No obstante, cuando no hay un plan previo, el profesor de la UPV ha ha destacado el modelo de la Joint Environmental Unit con tres fases fundamentales para la gestión: una de emergencia, que dura cerca de dos meses; una de recuperación temprana de seis meses y una posterior de recuperación de entre tres y cuatro meses.
TRES FASES EN LA DANA DEL 29-O
En el caso de la dana del 29 de octubre, ha explicado que el plan constó de tres fases, "muy parecidas" a este modelo. El plan de choque tuvo una duración de 11 meses, los residuos estimados son de entre un millón y un millón y medio de toneladas, 700.000 metros cúbicos de lodo, 140.000 vehículos y un coste aproximado de unos 500 millones de euros indirectos, ha destacado.
En un momento en el que las dos plantas principales de tratamiento quedaron inoperativas, el ritmo de llegada de residuos era de 2.500 toneladas al día mientras las instalaciones los primeros días estaban inoperativas y "eso puso en riesgo de colapso el almacenamiento de la capacidad de la que se disponía", según el profesor de la UPV.
En la primera fase, el experto ha destacado que se retiraron residuos en calles y carreteras, se recogieron 11.000 animales muertos, se habilitaron puntos de acopio local y "medidas legales excepcionales". . También ha destacado la coordinación con emergencias, los primeros comunicados de salud pública con recomendaciones.
En la segunda fase, se diseñó un plan para instalar cinco puntos de tratamiento temporal de residuos, se acordó la gestión del transporte con Tragsa, se amplió la capacidad de almacenamiento en vertederos y nuevas áreas y se puso el foco en la gestión de los lodos y residuos peligrosos. En este punto, se llegaron a retirar hasta 3.500 toneladas al día.
"El resultado de esta segunda fase es que en apenas unos meses se retiraron medio millón de toneladas de residuos, se limpiaron y despejaron 767 municipios y se sentaron las bases para hacer un tratamiento más eficiente en los meses siguientes", ha explicado.
En la fase 3, se vaciaron los puntos de acopio local y se llevaron a cinco puntos de transferencia. Entre otras actuaciones, se contrataron servicios de control ambiental para ver que las aguas no estaban contaminadas y que el suelo en los puntos de transferencia y de tratamiento estuviese en buenas condiciones. Después, se fueron cerrando los puntos de transferencia temporal, el último de Quart-Manises en septiembre.
El siguiente capítulo ahora es gestionar los residuos de la propia reconstrucción en la zona cero, que está generando "alrededor de 70 toneladas diarias de escombro", ha explicado el experto.
El académico ha destacado tres puntos críticos que tensionaron los sistemas de recogida: los más de 140.000 vehículos a retirar, almacenados en más de 60 campas; las más de 13.000 toneladas de caña de residuo de poda, que representa más del 50% de lo que se coge de esta fracción en toda el área metropolitana de Valencia y, en tercer lugar, l'Albufera, que recibió 700.000 toneladas de sedimentos, "el equivalente a 30 años de sedimentación en condiciones normales". Se puso en marcha un plan específico para la propia Albufera, ha recordado.
LECCIONES DE FUTURO
El profesor ha defendido la necesidad de "extraer lecciones aprendidas y hacerlo mejor cuando se repita" un episodio de este tipo, "que desgraciadamente se repetirá". Entre ellas, ha destacado que se tiene que elaborar un plan previo de gestión de residuos, reforzar la coordinación entre administraciones, sector privado, voluntariado y ciudadanía e incluir expertos en la gestión de residuos en los equipos que lideran la emergencia.
También ha apostado por simplificar los marcos normativos, impulsar investigación e innovación, como el uso inteligencia artificial, IoT y blockchain, para hacer una trazabilidad de los residuos; mejorar la educación y concienciación ciudadana y formar a ténicos y gestores en tecnologías actualizadas y gestión de proyectos y de riesgos.
El experto ha indicado que "la gobernanza multinivel es un problema añadido que genera sus barreras", ha defendido "ampliar la cooperación internacional" y "perfeccionar los modelos de previsión de residuos".
"EL MAYOR RETO" PARA LA CONSELLERIA DE MEDIO AMBIENTE
En la apertura institucional, el conseller de Medio Ambiente, Infraestructuras, Territorio y de la Recuperación, Vicente Martínez Mus, ha afirmado que la gestión de los residuos tras la dana "ha sido el mayor reto que hemos tenido que acometer en la Conselleria", con 230 millones de euros. "Se generaron en una sola noche el 500% de los residuos que genera toda la Comunitat en un año", ha recordado.
Martínez Mus ha señalado que la Generalitat "comparte totalmente" medidas que propone el estudio como planes previos de gestión y ha reconocido los "muchos problemas" que se encontraron para implementar la operativa. "Con el aprendizaje ahora sabríamos hacerlo mejor", ha remarcado. También ha indicado que se ha realizado un nuevo contrato de emergencia para "vaciar los acopios que se han generado en las obras de urgencia en cada uno de los ayuntamientos".
Además, ha señalado que el plan Endavant incluye nuevas plantas de valorización energética, vertederos de emergencia en cada provincia que permitan hacer esos centros de transferencia en lugar de improvisarlo, "mejoras en la logística y en la recogida y un enfoque plenamente alineado con la resiliencia climática".
Por su parte, la vicerrectora de Desarrollo Sostenible, Débora Domingo-Calabuig, ha señalado que "el residuo es invisible" y "es algo que molesta, tal vez porque pone en evidencia lo que consumimos y no sabemos recircular", y su compleja gestión requiere de "una visión especializada, de muchísima colaboración, muchísima innovación y tecnología".
La directora general de Fundación Naturgy, María Eugenia Coronado, ha indicado que "la gestión de residuos tras las inundaciones es absolutamente crítica" y ha advertido que su "repercusión se subestima".