CASTELLÓN 20 Oct. (EUROPA PRESS) -
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre, exalguacil del Ayuntamiento del municipio castellonense de Geldo, a cumplir cuatro años de cárcel por agredir al exalcalde, Manuel Hernández, con un garrote como consecuencia de unas desavenencias por el uso del uniforme.
El ministerio fiscal pedía para este hombre una pena de ocho años de prisión y que pagase una multa de 50 días a razón de 10 euros por un delito de atentado contra la autoridad y lesiones; frente a ello, la defensa pedía la absolución. Finalmente, el tribunal ha decidido condenarle a cuatro años de cárcel y a pagar 1.440 euros de multa. También tendrá que indemnizar al primer edil con 900 euros por las lesiones y daños causados.
El tribunal considera probados los hechos en base a la prueba practicada en el juicio, constituida por las declaraciones de ambos implicados, de los testigos, en especial de uno de ellos que presenció la agresión, y del informe médico forense sobre el alcance de las lesiones sufridas por el denunciante.
Según consta como probado en la sentencia, el 15 de agosto de 2009, sobre las 9.30 horas, el entonces alcalde de la localidad se dedicaba a conducir una máquina excavadora para transportar material desde el almacén a la plaza para el montaje de un entarimado o similar con ocasión de las fiestas del pueblo.
En su segundo viaje, observó al procesado sacando del maletero un garrote de unos 0,95 centímetros de longitud. Luego se dirigió hacia él con ánimo de menoscabar el principio de autoridad y su integridad física, al tiempo que le decía que le tenía que matar. Así, arremetió contra él cuando se encontraba en el interior de la máquina, le lanzó varios golpes con el garrote hasta que le alcanzó en el brazo, en el costado y en el pie.
Seguidamente, el exalcalde salió corriendo como pudo, al tiempo que el exalguacil se dirigía a la carretilla para coger dos patas de aluminio que luego le lanzó, aunque no llegaron a darle. Le seguía diciendo que le tenía que matar. "Ya puedes hacer lo que quieras pero te tengo que matar", le indicaba. Como consecuencia de estos hechos, el exalcalde sufrió una erosión en el codo derecho y una contusión en el pie derecho.
Tal y como se especifica en la sentencia, el procesado había recibido el día anterior a la agresión una advertencia de sanción por no hacer uso del uniforme dada su condición de algualcil del consistorio. Ambos se conocían desde hacía tiempo y nunca habían tenido ningún problema hasta que uno de ellos fue nombrado alcalde y puso una serie de normas para terminar con ciertas costumbres, lo que motivó los enfrentamientos.