VALENCIA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana recordó hoy que está prohibido ofertar como rebajados productos deteriorados o aquellos que hayan sido adquiridos para venderlos a un precio menor al habitual.
Así lo indicó la entidad en un comunicado, en el que informa a los consumidores de la normativa que deben cumplir los establecimientos en rebajas, las diferencias con otro tipo de promociones y otras recomendaciones útiles para aprovechar al máximo las rebajas de verano.
La asociación de consumidores subrayó que no se debe confundir las rebajas con otro tipo de ventas como los saldos, descuentos o liquidaciones. Los saldos son artículos que se venden más baratos porque están deteriorados o presentan desperfectos; las liquidaciones se realizan por cierre o cambio de actividad del establecimiento; mientras que los descuentos se realizan sobre determinados productos puestos a la venta.
La Unión de Consumidores de la Comunitat resaltó que la Generalitat Valenciana establece que las rebajas sólo se pueden realizar dos veces al año, una a principio de año y otra en torno al periodo estival de vacaciones. Así, todos aquellos establecimientos que deseen rebajar el precio de sus artículos podrán hacerlo durante un periodo de como mínimo una semana y como máximo dos meses, dentro de unas fechas concretas que establece que las rebajas de verano comienzan el último lunes laborable del mes de junio y finalizan el primer sábado del mes de septiembre.
La entidad explicó que las rebajas son una forma de venta a un precio más reducido de la totalidad de los productos ofrecidos en un establecimiento o en determinadas secciones del mismo, con ocasión de cambio de estación o fin de temporada. Los productos rebajados deberán ser los que habitualmente están a la venta y deben haber formado parte de las existencias del establecimiento un mes antes de la fecha de inicio de la venta en rebajas.
La secretaria general de la Unión de Consumidores de la Comunitat Valenciana, Isabel Dolz, señaló que este año se ha detectado un adelanto de rebajas de precios que "en realidad son ofertas y promociones que favorecen al establecimiento para reducir su stock.
Por ello, Isabel Dolz recordó que, en periodo de rebajas, la administración "debe comprobar que no exista manipulación de precios, asegurar que los artículos rebajados han formado parte de las existencias, y no son artículos adquiridos especialmente para las rebajas, así como controlar la publicidad para que no induzca error al consumidor".
