Presentación de 'La mort i la donzella' - GVA
VALNCIA 13 Nov. (EUROPA PRESS) -
El espectáculo de danza 'La mort i la donzella' lleva al escenario del Teatro Rialto de Valncia una revisión contemporánea del homónimo cuarteto de cuerda de Franz Schubert, para trazar a través de las coreografías y dirección de Asun Noales "la transición y trascendencia de la vida, de la luz, hacia la oscuridad".
"Emocional", "pictórica" y "cinematográfica". Así ha definido este viernes Noales la nueva producción del Institut Valenci de Cultura, que podrá verse en el Rialto dentro de la programación del festival Dansa Valencia y después, del 18 al 19 de noviembre, dentro de la programación regular del teatro.
La coreógrafa Asun Noales ha presentado la propuesta en una rueda de prensa en la que también han participado los bailarines Carmela García y Eduardo Zúñiga, junto al director adjunto de Artes Escénicas del IVC, Roberto García.
La producción se estrenó el pasado 1 de octubre en Elche (Alicante), ciudad en la que los artistas han trabajado de forma online el montaje. Se trata, según ha explicado Noales, de una producción "especial", en primer lugar porque el IV la ha descentralizado y se ha gestado en la ciudad ilicitana, y también porque su equipo venía de "un confinamiento muy duro", con "muchas ganas de crear". Esta coyuntura, en su opinión, ha aportado a la obra la mayor "sensibilidad" que tenían "después de todo lo que estaba pasando en el mundo".
"FUERTE CARGA EMOCIONAL"
'La mort i la donzella' es una obra con una "fuerte carga enmocional" sobre "vivir y morir" y "el tiempo que nos queda en este mundo". "Lo único que conocemos al nacer es que vamos a morir" y, cuando es una muerte precoz, "es mucho más duro marchar", ha explicado Noales.
Bajo esta reflexión, han creado un "formato grande dentro del formato medio" con una escenografía, a cargo de Luis Crespo, que coloca un muro sobre el escenario que "separa dos lados", la luz y vida que encarna Carmela García y la oscuridad que representa Eduardo Zúñiga. "Hay un misterio dentro de ese muro", ha destacado Noales, que ha avanzado que "a través de sus rendijas se ven momentos bellísimos".
"HAY MUCHAS FOTOGRAFÍAS Y PINTURAS EN LA OBRA"
Es una apuesta "cargada de momentos pictóricos", según la coreógrafa. "Hay cuadros, muchas fotografías y pinturas dentro de la obra", para crear un "espectáculo muy cinematográfico", ha explicado, antes de señalar que le gusta llamar a sus piezas "viajes", un "tránsito de un lugar a otro".
En cuanto a la música, toma como punto de partida el cuarteto de cuerda n14 en Re menor de Schubert, pero se "ha mirado al origen del cuarteto" y se ha trabajado sobre lieds previos. Toda se ha compuesto originalmente pero a partir de esta composición romántica, a la que se añade electrónica y en la que el piano y la voz están "presentes todo el tiempo".
La bailarina Carmela García , que representa la vida en este montaje, ha destacado el equipo artístico "pequeño potente", desde la peluquería hasta la luz -- de Juanjo Llorens--, que "da magia en la escena". Sobre la interpretación de García, la directora ha destacado que es "como el aire" o "la propia respiración". "Esa sensación de que en su cuerpo, aunque muera, hay una energía que se queda".
Respecto a Eduardo Zúñiga y se encarnación del lado más oscuro, el bailarín ha explicado que alo largo de tres meses se ha llevado a cabo una "búsqueda de la esencia" y ha descrito su parte como "precisa", que "puede estar lejos o cerca pero siempre presente". Noales describe ese personaje como "un animal" que "siempre está al acecho" porque "la muerte siempre está ahí".
UNA OBRA TRABAJADA DESDE CUATRO PLANTEAMIENTOS
Por su parte, el responsable de Artes Escénicas ha destacado que cuando planteó la obra a este equipo artístico lo hizo bajo cuatro elementos. En primer lugar, Roberto García ha explicado que después de dos producciones de gran formato tenía "ganas de atacar el formato medio" y "trabajar un poco más el detalle" con "mayor proximidad al público".
García propuso un punto de partida creativo de trabajar a partir de una gran pieza musical. También ha indicado que quería trabajar con "dos de los creadores más importantes de la danza valenciana", que son Asun Noales y Gustavo Ramírez, aunque el segundo, por "cuestión de calendario", ha ejercido finalmente de asistente coreográfico.
En cuarto lugar, ha destacado la apuesta por la descentralización de la producción y llevarla a Alicante, una línea en la que el IVC seguirá trabajando para generar empleo y porque "el talento está repartido en todo el territorio", ha subrayado.