El comienzo del fin de la revolución en 'Che: Guerrilla'

Actualizado: viernes, 27 febrero 2009 14:28

BARCELONA, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

Este fin de semana llega a los cines españoles 'Che: Guerrilla', la segunda y última película sobre la vida del revolucionario dirigida por Steven Soderbergh y protagonizada por Benicio del Toro. Esta segunda cinta se presenta como una especie de contrapunto a la primera, ya que refleja el fracaso del sueño ideal de extender la Revolución Cubana por toda Latinoamérica, empezando por Bolivia.

Hace ya varias semanas, aprovechando su visita a España para recoger el Goya como mejor actor protagonista por su encarnación del guerrillero, Del Toro habló largo y tendido sobre el personaje y sobre 'Guerrilla', la cinta que cierra la mastodóntica semblanza dirigida por Soderbergh. "He entendido a El Che. Por lo menos cuatro horas y media, lo que duran las dos películas", dijo del Toro risueño, pero no escondió que tuvo "pánico" por interpretar a alguien tan mítico.

"Uno quiere ser el personaje", dijo, pero si existió "es como nadar y no llegar nunca al final de la piscina", con lo que lo mejor es tratar de "no hundirse", apuntó el oscarizado actor de origen puertoriqueño que señaló que uno de los secretos es "tratar de entender qué quiere el personaje en cada escena, no imitarlo. No actuar, sino reaccionar". "Fue mi salvavidas", reconoció.

El actor Benicio del Toro confió hoy que 'Che: Guerrilla', la segunda y última parte de la vida del Che dirigida por Steven Soderbergh, de pie a que el cine se interese por otras historias latinoamericanas, porque éstas y también deben "estar en el cine".

NO DA TIEMPO A TODO

Los actores españoles que intervienen en esta cinta son Jordi Mollá, Eduard Fernández, Rubén Ochandiano, Carlos Bardem y Óscar Jaenada, quien aseguró que el rodaje fue como una Torre de Babel, con intérpretes de Puerto Rico, Bolivia, Argentina, Cuba y España: "Pude entender mucho más sobre nuestros hermanos de allí".

Si en la primera parte se narra cómo se convirtió en un icono, ésta se centra en las guerrillas que impulsó en Bolivia y se deja más de lado La Habana postrevolucionaria porque no daba tiempo de enseñarlo todo. "En un documental, quizás en dos horas puedes hacer la vida de el Che", pero en la ficción los tiempos son más dilatados, dijo del Toro, que también apuntó gestualmente y con una sonrisa a las constricciones del presupuesto del rodaje.