Entrevista con Jason Bateman, protagonista de Noche de Juegos

Jason Bateman en Noche de Juegos
WARNER BROS.
Actualizado: martes, 1 mayo 2018 11:43

   LOS ÁNGELES, 1 May. (EUROPA PRESS - Mateo Anderson) -

   Co-dirigida por Jonathan Goldstein y John Francis Daley, 'Noche de juegos' es una hilarante comedia que parte de la premisa de reunir a un grupo de amigos en una casa para participar en un juego que luego adquiere dimensiones inesperadas.

   Jason Bateman da vida a Max y Rachel McAdams a Annie, formando un matrimonio muy competitivo que disfruta organizando estas noches de juegos. El problema es cuando secuestran al hermano de Max y todos piensan que es parte del juego...

El concepto de una noche de juegos es genial para una comedia.

   Sí, la verdad es que la idea me atrajo de inmediato. Y aunque no todo el mundo quede habitualmente para jugar a algo, todos entendemos lo que significa reunir a un grupo de amigos en una casa y llevar a cabo algún tipo de actividad.

   Pero aquí todo se descontrola...

   Sí, porque el dueño de la casa es secuestrado y no sabemos si eso es parte o no del juego que había planeado.

   ¿Tú has tenido noches de juegos con amigos?

   Pues sí, normalmente es algo que haces entre esos años que van desde que dejas de ir a bares y empiezas a tener hijos.

¿Y a qué jugabas?

   Charades, Pictionary, Murder Mistery... ¡Y luego recuerdo uno con vampiros que también era bastante divertido! Lo pasamos bien.

    Tienes muy buena química con Rachel McAdams en pantalla, que da vida a tu mujer.

   Es fácil tener química con Rachel, porque es tan dulce y profesional. ¡Y tiene tanto talento! Es canadiense, ¿y quién no se lleva bien con canadienses?

Y luego también tiene gracia la relación con tu hermano, interpretado por Kyle Chandler.

   En efecto, Kyle es mi hermano mayor que siempre me gana en todo, lo que saca a mi personaje de quicio.

   Con tantos personas tan divertidas, ¿cómo era el ambiente durante el rodaje?

   ¡Muy divertido! Creo que todo el mundo encajaba bien en su papel y se lo pasó bien. Y me gustó que nadie se tomaba a sí mismo demasiado en serio. Además, los directores lo remataron logrando mantener ese buen ambiente durante todo el rodaje, mientras los demás hacíamos el ridículo.

No es habitual trabajar con una pareja de directores. ¿Cómo se organizaban entre ellos?

   La verdad es que se complementaban bien, porque uno de ellos igual se ocupaba más de la cámara, mientras el otro estaba con los actores. Estaban muy preparados y compartieron sus obligaciones muy bien, permitiendo también que pudiéramos aportar ideas e incluso improvisar.