Karra Elejalde, sobre 'Ocho apellidos catalanes': "Hemos gastado más dinero, más ingenio y hemos echado más huevos"

Ocho apellidos vascos.
Foto: LAZONAFILMS
Actualizado: jueves, 9 julio 2015 17:19

MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

   El actor Karra Elejalde sabe que Ocho apellidos catalanes no cuenta con el "factor sorpresa" de la primera parte y que además es "esclava" del refranero español que afirma que "segundas partes nunca fueron buenas". Sin embargo, ha asegurado que en esta nueva cinta se ha gastado "más dinero, más ingenio y talento" y han echado "más huevos".

   "A ver si lo conseguimos", ha enfatizado el intérprete este jueves durante una entrevista concedida a Europa Press con motivo de la presentación de Rey gitano, la nueva película de Juanma Bajo Ulloa, que llega a los cines el viernes 17 de julio y rompe así un silencio cinematográfico del cineasta vasco que ha durado casi 11 años.

   El rodaje de la secuela de Ocho apellidos vascos, que se estrena el próximo 20 de noviembre, se inició el pasado 11 de mayo en Cataluña y finalizo el pasado domingo 5 de julio en Sevilla y, tal y como lo recuerda Elejalde, ha sido "gratificante", porque ha contado con la "aportación y suma de tres grandes trabajos de Berto Romero, Rosa María Sardà y Belén Cuesta".

   "Ha sido una comunión cojonuda y una experiencia gratificante, espero no defraudar", ha señalado Elejalde, quien se ha mostrado convencido de que estrenar una comedia hoy en día es un "plus" en cuanto a las posibilidades que tiene en la gran pantalla.

LO VEREMOS EN 'REY GITANO'

   En Rey gitano, Elejalde interpreta a Jose Mari, quien junto a Primitivo (Manuel Manquiña) forma una pareja de detectives en paro representativa de las dos Españas. A ellos acude Gaje (Arturo Valls), un gitano que les propone una misión disparatada en un momento en el que la monarquía pasa por un mal momento.

   Elejalde ha destacado que esta película es una "comedia gamberra" en la que, a pesar de presentar dos partes aparentemente irreconciliables, por encima de todo se ha intentado hacer reír y construir un "retrato exagerado y caricaturizado de la crisis".