McConaughey y DiCaprio en los Oscar
McConaughey y DiCaprio en los Oscar - REUTERS
Actualizado: lunes, 3 marzo 2014 16:08

MADRID, 3 Mar. (EUROPA PRESS - Israel Arias)

   De un lado títulos como Gravity, 12 años de esclavitud o Dallas Buyers Club y rostros exultantes como los de Lupita, Leto o McQueen. Del otro cintas como La gran estafa americana, Capitán Phillips o El lobo de Wall Street y caras largas como las de DiCaprio, Amy Adams o David O.Russell. Son los ganadores y perdedores que, como cada año, nos deja la gala de las galas. La cara y la cruz de los Oscar 2014.

   Comencemos por las buenas noticias. Las que fue recibiendo casi a lo largo de toda la noche Gravity. La película de Alfonso Cuarón se alzó con siete de las diez estatuillas a las que optaba y solo dejó escapar los premios a mejor dirección artística, mejor actriz y "el gordo" de la noche: el Oscar a la mejor película.

   Y lo hizo para compartir, involuntariamente, un buen pedazo de su gloria -que hubiera sido total de hacerse con este premio- con 12 años de esclavitud. Hasta el momento en el que Will Smith subió al escenario del Dolby Theatre para anunciar el ganador del último premio, la noche no estaba sonriendo mucho a la película de McQueen. Diez nominaciones tenía, diez balas en su recámara, y solamente Lupita Nyong'o como mejor secundaria y John Ridley como autor del mejor guión adaptado habían dado en el blanco.

LOS CHICOS DE BLANCO

   Pero la historia real del hombre libre que es secuestrado y vendido como esclavo fue elegida mejor película y McQueen, el productor Brad Pitt y compañía se sumaron a la fiesta a última hora y como invitados de excepción. Como también lo fueron Cate Blanchett, la archifavorita que cumplió todos los pronósticos, o los "chicos" de Dallas Buyers Club.

   McConaughey y Leto. Leto y McConaughey. Los dos de blanco y los dos con su estatuilla en la mano. No dejaron escapar la primera ocasión que tuvieron para echarle mano al tío Oscar y no soltarlo convirtiendo su película en otra de las reinas de la noche. Dallas Buyers Club se hizo con tres de los seis Oscar a los que optaba, el tercero al mejor maquillaje, algo que también tuvo mucho que ver con sus "chicos".

   Además, del lado de los triunfadores de la noche hubo un invitado inesperado, el glamuroso Gatsby. La cinta que protagoniza Leonardo DiCaprio se hizo con los dos premios a los que optaba: mejor vestuario y mejor dirección artística. Un pleno que seguro no sirvió para enjugar el mal sabor de boca con el que su protagonista salió de la gala.

    Quinta vez nominado al Oscar, y quinta vez que se va Leonardo DiCaprio con las manos vacías. En esta ocasión partía como uno de los grandes favoritos por su frenético y genial trabajo a las órdenes de su compinche habitual, Martin Scorsese, pero el cowboy McConaughey dejó al lobo con los dientes afilados y la miel en los labios.

   El feroz DiCaprio hizo de tripas corazón e incluso se levantó de la butaca para felicitar a su compañero. El hombre que golpeándose el pecho le enseño, en unos instantes de cine memorables, de qué iba la gran mentira de Wall Street. Mucha clase. Y muchas tablas en la derrota.

   Idéntica sensación debió experimentar en el patio de butacas otra veterana en el noble arte aplaudir al vencedor, Amy Adams. Ella también acumula media decena de infructuosas candidaturas a los premios de la Academia. Aunque en su caso estaba cantado que el Oscar era para Blanchett.

BATACAZO DE DAVID O. RUSSELL

   Precisamente si hubo una gran perdedora fue su película, La gran estafa americana. La cinta de David O. Russell se fue con un tremendo cero, de diez, en su casillero. Severo correctivo para el director que el año pasado vio como al menos Lawrence salvaba los muebles con su Oscar, uno de ocho en aquella ocasión. Este año le será mucho más difícil ver El lado bueno de las cosas.

   Otros fiascos bastante sonoros fueron los de Capitán Phillips de Paul Greengrass y Nebraska de Alexander Payne, con cero premios de seis candidaturas, y de El Lobo de Wall Street, que con cinco candidaturas también salió de la gala de las galas con un rosco en su casillero. Demasiada hambre pasó anoche la exuberante y enérgica criatura cinematográfica de Martin Scorsese.

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