MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS - Israel Arias)
Los desalmados Frank Underwood (Kevin Spacey) y Claire Underwood (Robin Wright) vuelven a la arena política en la quinta temporada de House of Cards. La maquiavélica ficción regresa con cambio de showrunners, Melissa Gibson y Frank Pugliese, toman el relevo de Beau Willimon, creador de la serie, y con 13 nuevos capítulos que emite en España Movistar + (Movistar Series, dial 11) en exclusiva.
El arranque de esta quinta temporada retoma la trama en el momento en el que la dejó la cuarta entrega para mostrar la enésima huida hacia adelante de Frank Underwood. Un nuevo acelerón en su despiadada carrera por conservar el poder en la que ahora cuenta con el respaldo total y absoluto de su esposa, una Carrie convertida ya en un feroz animal político con apetito a la altura del de su esposo.
((ATENCIÓN: ESTA NOTICIA CONTIENE SPOILERS))
¿Y qué hacen los depredadores cuando se ven acorralados? Morder. Calculadas y enérgicas dentelladas para llevar la crispación total a las instituciones y el terror a las calles. El órdago de los Underwood es la declaración de guerra, dentro y fuera de territorio estadounidense, contra una organización terrorista islamista denominada ICO.
Manipulación de los datos y calculada dosificación de la información para sobredimensionar la amenaza. Con esta fácil receta Frank y Clarie instauran el miedo y la paranoia y lo extienden entre sus conciudadanos tras la ejecución en suelo estadounidense de Jim Miller a manos de los terroristas.
TERROR PARA TODOS
Terror como mediático antídoto contra la verdad aireada en el artículo de Tom Hammerschmidt que destapaba algunos, solo algunos, de los crímenes perpetrados por Underwood en su ascenso hasta el Despacho Oval. Y terror también -el pragmatismo extremo y sin escrúpulos siempre ha sido una de las cualidades más notables de los Underwood- para intentar pervertir los resultados electorales.
Su artimaña corolaria intenta influir a priori en las elecciones aumentando la presencia militar en las calles con la excusa de garantizar la seguridad de los votantes frente a la inminente amenaza terrorista. Ni que decir tiene que la administración Underwood mueve sus eficaces engranajes para que el número de estos efectivos será exponencialmente superior en áreas de mayoría republicana.
Miedo para distraer y miedo para disuadir. Miedo siempre como infalible receta para sus clientes, los estadounidenses.
"Sé lo que mi gente está pensando esta noche...", canturrea Frank en uno de esos momentos de nocturno y reposado autodeleite a los que es adicto el personaje de Kevin Spacey mientras observa a la multitud que, pancartas en ristre, se agolpa a las puertas de la residencia presidencial.
Así, a tan solo dos semanas de las elecciones presidenciales, el actual inquilino de la Casa Blanca y la Primera Dama y futura vicepresidenta en su segundo mandato, van ejecutando las primeras fases de su programa del pánico para intentar convertir, una vez más, la desventaja en beneficio. Para estar en la cima de la pirámide... una legislatura más.
